De la red de metro de Estocolmo, se dice que es la exposición de arte más larga del mundo, con 110 kilómetros de extensión. Viajar en el metro es como transitar a través de una emocionante historia, que se extiende desde los artistas pioneros de la década de 1950 a los experimentos artísticos de la actualidad.
Más del 90 por 100 de las estaciones de metro de Estocolmo, han sido decoradas con esculturas, mosaicos, pinturas, instalaciones, grabados y relieves de más de 150 artistas.
La estación de metro Kungsträdgården parece a una excavación arqueológica, con los restos del antiguo palacio Stockholm Makalös. En Östermalmstorg el artista Siri Derkert destaca los derechos de la mujer y los temas de la paz y el medio ambiente.