Navidad es una época del año en la cual practicamos y predicamos el amor y la paz.
Si bien el estrés por las fiestas, los gastos y demás detalles puede ponernos sensibles a los conflictos, acá te damos algunos tipos prácticos para que soluciones con tu pareja.
“Se gasta todo el dinero de nuestras vacaciones en obsequios”
Para Candelaria (35, contadora), el peor problema de pareja durante la Navidad es que a su esposo le agarra la compulsión compradora y siente que debe dar un obsequio caro a cada miembro de las dos familias, así como a sus amigos y a sus compañeros de trabajo.
“La Navidad es justo antes de nuestras vacaciones, por lo que terminamos gastando más dinero del que en realidad es conveniente. Y comenzar el año con deudas ¡no es una buena idea!”, nos explicó Candelaria.
¿Qué hacer? De acuerdo con la planner financiera Donna Skeels Cygan, muchas personas dejan de ser financieramente responsables apenas empiezan a sonar las campanas navideñas.
“No nos damos cuenta de la presión que hay durante las fiestas para gastar dinero”, señaló en entrevista con la organización de apoyo a los sindicatos de crédito CO-OP. Por eso, recomendó establecer un límite de cuánto se puede gastar e intentar mantenerlo, además de recordar que la cantidad de dinero que gastamos en un regalo no tiene nada que ver con cuánto apreciamos a la persona.
Así, una buena opción puede ser preparar en casa deliciosas galletas y ponerlas en un bonito frasco decorado con un moño en tonos navideños. Este regalo del corazón demostrará nuestros buenos deseos ¡y no nos dejará en bancarrota!
“Su familia me vuelve loca” Cada Navidad, Paula (31, diseñadora de moda) recibe unos días a sus suegros en el hogar que comparte con Matías, su compañero.
“Su padre es muy cariñoso, pero su madre me detesta. Critica desde el modo en que preparo las patatas hasta mi guardarropas. Y claro, nunca olvida preguntar cuándo nos casaremos, a pesar de que ya le hemos dicho que no tenemos planes de hacerlo, y de insinuar que si no tenemos niños pronto yo ya seré muy grande.
Es agotador, y Matías parece no darse cuenta”, nos confesó.
¿Qué hacer? No dejes que estas pequeñas discusiones arruinen tu Navidad, y recuerda que esta época es solo una vez al año. En cuanto a sus opiniones, ¡deja que las tenga! “Intenta despersonalizar lo que dice.
En lugar de tomártelo personal, asume que solo está haciendo comentarios”, propuso Gladeana McMahon, miembro de la Asociación Británica de Asesoramiento y Psicoterapia, al periódico Daily Mail.
Y, en cuanto a sus críticas a tu comida, a tu ropa o a tu administración del hogar, ten cuidado de elegir tus batallas. Claro que no debes hacer todo a su manera, pero tampoco vale la pena pelear por la forma en que cortan las cebollas, ¿no es cierto?
