Propiedades del polen para tratar la fatiga

A través de este artículo queremos descubrirte las numerosas propiedades de un alimento que te ayudará realmente a vencer esa sensación de fatiga que te persigue algunos días.

El polen es uno de los productos más completos y además te llenará de energía cada mañana. Porque es una fuente natural de salud. Es rico en azúcares y tiene un equilibrio único en enzimas beneficiosas (diastasa, amilasa, catalasa, diaforasa, dihidrogenasa láctica, pectasa, fosfatasa y sacarosa entre otras) proteínas, aminoácidos, contiene gran cantidad de vitaminas (A, D, E, B1, C, K) minerales y oligoelementos (sodio, potasio, magnesio, calcio, aluminio, hierro, cobre, cinc, manganeso, plomo, sílice, fósforo, cloro y azufre) e incluso algunas sustancias antibióticas.

Todo ello convierte al polen en un complemento alimenticio ideal porque contiene un 20% de proteínas indispensables para el organismo, y minerales y oligoelementos que ayudan a la función celular, muscular y esquelética. Tomando una cucharada en tu desayuno logras abrir el apetito, combatir la fatiga mental y bajar la presión arterial, porque el efecto conjunto de la multitud de nutrientes que conforman el polen de abeja ayuda a aliviar el cansancio físico y mental y nos proporciona una energía que nos durará todo el día.

El polen trabaja como estimulante de todo el cuerpo, actuando como un reconstituyente en momentos carenciales de debilidad o agotamiento físico y mental. Además, es el complemento ideal para reforzar el sistema inmunológico especialmente en las épocas de cambio de estación. También es un buen regenerador sanguíneo, porque equilibra el ph de la sangre y aumenta la hemoglobina. Para fases de crecimiento es ideal por su aporte en vitamina A, y la vitamina B ayudará a equilibrar nuestro sistema nervioso.

Como es rico en hidratos de carbono, es preferible tomarlo por las mañanas. Así quemaremos la energía que nos proporciona a lo largo del día y además al consumirlo en el desayuno, reducimos el deseo de comer dulces durante el resto del día.

El polen se presenta en bolitas o gránulos y se consume en estado natural masticándolo o con un baso de agua. Pero como puede que su sabor no te resulte muy apetecible, puedes optar por tomarlo sin problema con un zumo de naranja o con un vaso de leche vegetal y añadirle algo de miel si te apetece.

Lo puedes también tomar con frutas, mermeladas, mantequilla o yogurt. Y no hay inconveniente alguno en que sea consumido por los niños y los mayores. 

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