El movimiento feminista se manifiesta en la sociedad y abre el debate: sus ideas, ¿son las mismas que las establecidas y promovidas hace algunas décadas?
¿Qué es lo que le da identidad a la concepción feminista del nuevo milenio? Te presentamos algunas incógnitas en torno a la naturaleza del neofeminismo y su influencia en el mundo moderno.
Feminismo del siglo XXI
En los años 70, el primitivo movimiento feminista estaba basado en la búsqueda de la igualdad de la mujer con respecto a su posición frente a la figura masculina en la sociedad, señala un artículo del periódico El Diario NY. Sin embargo, nos preguntamos si hoy en día este principio se mantiene firme.
Según dicho periódico, algunas de las mujeres que hoy forman parte del movimiento feminista rechazarían a los hombres y sufrirían misandria (término científico que determina esta aversión).
Seguramente hayas oído hablar de las mujeres que no se depilan para “combatir los estándares de belleza”, aquellas que le escapan al romanticismo porque no quieren “ser débiles”, otras que se rehúsan a hacer las tareas del hogar y algunas que prefieren no tener hijos como signo de rebeldía.
Pero, ¿son estos rasgos del pensamiento feminista tal como fue concebido hace cuatro décadas? ¿Qué significan las nuevas posturas que aseguran ir tras la defensa del género femenino?
De la interdependencia al individualismo
“Como feminista, siempre he asumido que luchando para emancipar a la mujer estaría construyendo un mundo mejor - más igualitario, justo y libre. Pero últimamente he empezado a preocuparme de que los ideales promovidos por las feministas estén sirviendo a fines muy diferentes. Me preocupa, en concreto, que nuestra crítica del sexismo esté suministrando la justificación de las nuevas formas de desigualdad y explotación”, confiesa Nancy Fraser, autora del libro Fortunes of Feminism: From State-Managed Capitalism to Neoliberal Crisis en el periódico británico The Guardian.
La especialista plantea que este movimiento inicialmente surgió para responder a necesidades sociales de carácter liberador para la mujer, de ubicarla a la par del hombre, y que este principal objetivo no estaría vislumbrándose hoy en el seno del feminismo.
Fraser admite que teme que el movimiento, al que ella misma pertenece, se haya enredado en una “relación peligrosa con los esfuerzos neoliberales para construir una sociedad de libre mercado”.
Según ella, esto explicaría cómo fue que las ideas feministas, que una vez formaron parte de una mirada mundial radical, terminaran expresándose en términos individualistas en la actualidad.
“El movimiento que antes priorizaba la solidaridad social, ahora celebra a las mujeres empresarias. Una perspectiva que alguna vez valorizó el cuidado de los otros y la interdependencia, hoy promueve el avance individual y la meritocracia”, sostiene la intelectual.
La explicación para este nuevo cambio de paradigma podría darse, según Fraser, con el crecimiento del capitalismo, que en la actualidad es “desorganizado, globalizado y neoliberal”.
Este cambio socioeconómico habría impulsado a las mujeres a buscar su lugar en la sociedad, sin mirar a costa de qué. “En realidad, la segunda ola del feminismo surgió como una crítica a la primera, pero se ha convertido en la sierva de la segunda”, arriesga la experta.
Y tú, ¿qué opinas del feminismo en el siglo XXI? ¿Estás de acuerdo con las ideas que promueve y cómo es implementado?
