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Cómo despejar la congestión del pecho
La congestión de pecho no solo es incómoda y desagradable, también puede causar problemas graves de salud como bronquitis o neumonía si no se alivia. Es recomendable hacer todo lo que esté a tu alcance para aliviar y tratar la congestión antes de que empeore. Este artículo te ayudará a aprender la manera de aliviar la congestión utilizando métodos estándar o remedios herbales y, de ser necesario, mediante la búsqueda de tratamiento médico.
Método 1 de 5: Medicamentos de venta libre
1 Toma un expectorante. Los expectorantes son medicamentos que deshacen el moco facilitando la tos y expulsándolo de tu cuerpo. Existen muchos expectorantes de venta libre disponibles en las farmacias, aunque también puedes pedirle una receta a tu médico.
2 Evita consumir supresores. Los supresores sirven para minimizar la tos, pero por desgracia pueden hacer que el moco sea más espeso en tu pecho. Evita tomarlos ya sea solos o en combinación con un expectorante, ya que podrían agravar tu congestión de pecho. Recuerda que cuando tienes una congestión de pecho, la tos es normal y saludable, así que no necesitas minimizarla o detenerla.
3 Trata la congestión con una crema mentolada. Estas cremas espesas emanan un aroma fuerte que te ayuda a respirar mejor. Si bien podría no ser útil para deshacer el moco, debe facilitarte la respiración. Aplica este remedio de venta libre sobre tu pecho antes de irte a dormir y debería abrir algunas vías respiratorias.[1]
4 Utiliza un producto para el alivio del resfriado y de la alergia (p.ej. Zicam). Utilízalo a la primera señal de un resfriado como cuando estornudas o tienes fiebre. Este tipo de medicamento puede ayudarte a combatir la congestión y el resfriado además de ayudarte a mejorar con mayor rapidez.
5 Utiliza medicamentos sin receta médica (p. ej. Ibuprofeno, Advil y Nyquil) para sentirte más cómodo mientras descansas e intentas mejorar.
Método 2 de 5: Ayuda médica
Consulta con tu médico para que te recete algún medicamento. Si los síntomas no mejoran con ninguno de estos métodos, consulta con tu médico para que te recete un antibiótico en inyección, un espray nasal, pastillas o una terapia de vitaminas con receta para aclarar la congestión de pecho persistente o intensa. Como dice el viejo dicho, más vale prevenir que lamentar.
Usa un inhalador. Pregúntale a tu médico acerca de los inhaladores o nebulizadores con los que puedes administrarte tus propios tratamientos respiratorios. Son necesarios principalmente para casos graves de congestión de pecho, pero si estás enfermo y cansado de lidiar con el moco, puedes probar uno en cualquier momento.
Método 3 de 5: Alimentos
Evita los alimentos que te causen algún problema. Si bien la comida no parece estar directamente relacionada con el moco y la flema, existe una correlación entre ambos. Los productos lácteos, la sal, el azúcar y las frituras aumentan la producción de moco. Quita estos alimentos de tu dieta hasta que tu pecho se haya descongestionado.
2 Come alimentos beneficiosos. Por otro lado, existen algunos alimentos que pueden ayudarte a eliminar el moco que se encuentra en tu pecho además de disminuir su producción. Come alimentos picantes, frutas cítricas, ajo y jengibre para aliviar una congestión de pecho leve. Asimismo, los espárragos y la piña en particular han demostrado tener beneficios descongestionantes.
Come ajo y sopa de limón. Ambos ingredientes pueden ayudarte a aliviar la congestión. Agrega unas galletas de soda a la mezcla para aumentar los efectos.
Método 4 de 5: Bebidas
1 Mantente bien hidratado. Beber mucha agua cuando estás enfermo es una necesidad, pero es especialmente útil para aliviar la congestión de pecho. El no beber suficientes líquido hará que el moco en tu pecho y garganta se coagule y se espese, haciendo que sea más pegajoso y difícil de eliminar. Bebe agua (caliente si es posible) todo el día para diluir el moco en tu cuerpo.
2 Bebe una gran cantidad de bebidas rehidratantes y jugo para aumentar tu producción de electrolitos. Cuando estás enfermo, tu cuerpo trabaja muy duro para acabar con la infección y eso puede obstaculizar tremendamente la producción de electrolitos sin darte la posibilidad de reponerlos.
3 Bebe té. Los líquidos calientes en general ayudan a disolver el moco que provoca la congestión de pecho, pero el té brinda un beneficio doble al añadir hierbas y especias útiles que pueden aliviar el dolor de pecho y la congestión. Prepara una taza de té de menta, de jengibre, de manzanilla, de romero o de ginseng y bébelo varias veces al día. Añade un poco de miel para darle sabor y combatir el moco con mayor eficacia.
4 Prepara un remedio a base de hierbas para aliviar la congestión. Añade un poco de azafrán a una taza de leche. Revuelve y calienta. Agrega una cucharadita de miel y unas cuantas gotas de jugo de limón. Bébelo mientras esté caliente y revuelve cada pocos minutos.
Método 5 de 5: Medidas útiles
1 Haz gárgaras. Las gárgaras no siempre son las más llamativas pero pueden ayudarte a deshacer el moco en tus vías respiratorias. Mezcla media taza de agua caliente con 1 o 2 cucharaditas de sal y una pizca de cúrcuma. Revuelve la mezcla hasta disolver un poco la sal y luego toma un trago. Haz las gárgaras tan profundamente como te sea posible durante 1 o 2 minutos de 3 a 4 veces al día.
Utiliza vapor. Esto funciona de manera similar a beber líquidos calientes. El calor y la humedad del vapor ayudan a deshacer y disolver el moco que se encuentra en tus pulmones y garganta. Toma una ducha caliente o llena un recipiente con agua muy caliente. Coloca tu rostro sobre el recipiente y pon una toalla encima de tu cabeza para que atrape el vapor. Mantén tu rostro en esa posición durante la mayor cantidad de tiempo posible y respira tan profundamente como puedas.
3 Levanta la cabeza. Este consejo se aplica principalmente para la hora de dormir, ya que mantener la cabeza elevada te ayudará a promover el drenaje del moco en lugar de permitir que se acumule durante la noche. Utiliza varias almohadas para mantener tu cabeza a una altura un poco mayor a la de tu torso.
4 Haz un poco de yoga. El ejercicio puede ser lo último que pasaría por tu mente cuando estás enfermo, pero algunas posiciones pueden ayudarte a despejar las vías respiratorias y a drenar el moco. Intenta la postura del ángulo atado reclinado en la cual colocas una almohada sobre el piso a lo largo de tu columna vertebral. Recuéstate sobre ella para que tu torso y tu cabeza se eleven por encima de tus piernas y luego dobla las rodillas. Coloca las rodillas y las piernas de forma horizontal en el piso con las primeras aún dobladas y con las plantas de los pies tocándose entre sí.
5 Utiliza una compresa caliente. Aplicar una compresa caliente o un paño caliente sobre tu garganta y pecho te ayudará a aliviar la congestión y a calentar las vías respiratorias desde el exterior. Recuéstate con la cabeza elevada y permite que el calor penetre a través de la piel durante 10 a 15 minutos. Podría ser útil si sigues este paso en conjunto con el tratamiento del vapor para vaciar tu cuerpo del moco disuelto.
Utiliza un humidificador mientras duermes en la noche. Esto puede ayudarte a abrir los conductos nasales para que puedas respirar con mayor facilidad. En algunos modelos, hay una ranura en el frente donde puedes colocar un medicamento nasal para potenciar los efectos.
