¿Has visto a alguien llorar y te has angustiado?, o ¿has visto a alguien reír y te ha contagiado la risa?. Esto ocurre por una razón. Ciertamente no es casualidad, mucho menos algo que tu decidas hacer racionalmente. Lo que sucede es que las personas sienten empatía entre ellas. Pero ¿qué es la empatía exactamente?
La empatía es un reflejo involuntario
La empatía es la capacidad de experimentar por uno mismo, una sensación que está experimentando otra persona. Si percibimos que una persona está sufriendo, es probable no solo entendamos por qué sufre —simpatía—, sino también que experimentemos el sufrimiento.
La empatía, entonces, va más allá de la simpatía. Implica mucho más que comprender la experiencia del otro, implica experimentarla uno mismo. Si vemos a una persona reír, es probable que nos cause risa, aunque no sepamos exactamente por qué ríe.
Cuando vemos películas de horror, es probable que tengamos miedo, pero no por la idea de que podemos ser nosotros quienes estamos en peligro, ya que sabemos que solo estamos viendo una película. Sentimos miedo porque el personaje de la película siente miedo y nosotros somos capaces de percibirlo.
Ahora bien, ¿por qué un reflejo involuntario? Algunos investigadores sostienen que percibir una sensación de otra persona y experimentarla como propia no es una capacidad que se pueda enseñar o trasmitir. Es un reflejo involuntario que tiene una explicación neurológica.
Los humanos, así como el resto de los primates y algunos otros mamíferos, compartimos neuronas espejo. Las neuronas espejo son un tipo de neurona que reaccionan igual cuando experimentamos una sensación, y cuando percibimos que otro la experimenta.
Este tipo de célula cerebral fue descubierta a principios de la década de los noventa, cuando un grupo de investigadores italianos descubrió que las regiones del cerebro que se activaban cuando un mono macaco intentaba abrir una cáscara de maní, eran las mismas que se activaban mientras otro mono lo observaba.
¿Qué representa este descubrimiento para la psicología?
Sin dudas, entender que los humanos no estamos programados para sentir rechazo ni odio por otras personas, que no sentimos ira ni desprecio de forma natural y que, por el contrario, estamos diseñados para compartir sentimientos y experiencias, y por lo tanto solidarizarnos con la otra persona. Es un enorme descubrimiento para la psicología contemporánea.
Entender cómo las personas están "diseñadas" para comportarse, es fundamental para entender por qué las personas se comportan como lo hacen en realidad. Claramente, no todo el tiempo sentimos solidaridad por las demás personas, y sin dudas, a veces sentimos rechazo y hasta desprecio por ellas.
Jeremy Rifkin nos explica (a través de las divertidas ilustraciones de RSA Animate) un poco más sobre el descubrimiento de las neuronas espejo y las implicancias fundamentales que tiene para la psicología y la sociología contemporánea.
¿Qué representa este descubrimiento para la psicología?
Sin dudas, entender que los humanos no estamos programados para sentir rechazo ni odio por otras personas, que no sentimos ira ni desprecio de forma natural y que, por el contrario, estamos diseñados para compartir sentimientos y experiencias, y por lo tanto solidarizarnos con la otra persona. Es un enorme descubrimiento para la psicología contemporánea.
Entender cómo las personas están "diseñadas" para comportarse, es fundamental para entender por qué las personas se comportan como lo hacen en realidad. Claramente, no todo el tiempo sentimos solidaridad por las demás personas, y sin dudas, a veces sentimos rechazo y hasta desprecio por ellas.
Jeremy Rifkin nos explica (a través de las divertidas ilustraciones de RSA Animate) un poco más sobre el descubrimiento de las neuronas espejo y las implicancias fundamentales que tiene para la psicología y la sociología contemporánea.
Interesante, ¿no? Deberíamos reflexionar sobre esta idea un poco más, quizás podríamos terminar de desentrañar el misterioso comportamiento humano.
Fuente: Ojo Curioso
