¿Cómo se hace el amor?

El pene del hombre, bajo la influencia del deseo, se pone en erección: un flujo de sangre lo eleva y endurece, mientras que la vagina de la mujer se humedece y lubrica.

La pareja se estimula mutuamente la vulva y el pene y, después, el hombre desliza el pene en el interior de la vagina de la mujer. Con un movimiento de vaivén que se practica espontáneamente entre los dos, cada uno va sintiendo progresivamente más placer. En el momento de excitación máxima se produce una sensación de gozo intenso que viene acompañado de espasmos musculares: es el orgasmo.

En el caso del hombre, se traduce en la eyaculación de esperma. En la mujer, es la excitación del clítoris o de la vagina lo que se produce. El orgasmo no se produce necesariamente al mismo tiempo en el hombre y la mujer. A veces el gozo se expresa con suspiros o incluso gritos.

También puede suceder que la mujer no tenga ningún orgasmo: todavía no conoce bien las zonas erógenas de su cuerpo, quizás está demasiado tensa y no sabe orientar las caricias de su pareja o puede que él sea torpe. Con la experiencia aprenderá a desear ciertas caricias para disfrutar del placer sexual.

¿Cómo se hace el amor?

Anticoncepción y relaciones protegidas

Hombre o mujer, vosotros sois los implicados: la mujer puede quedar embarazada desde la primera relación sexual, y el contagio del virus del sida o la hepatitis se lleva a cabo a través de la sangre, el esperma y las secreciones vaginales.

Por muy atraídas físicamente que os sintáis por vuestra pareja, y aunque sea difícil decir que no, ¡negaros a tener relaciones sin protección! Lo mejor es que lo habléis.

Los preservativos masculino o femenino, de un solo uso, son la única protección fiable contras las enfermedades de transmisión sexual, siempre que se utilicen de forma adecuada: por tanto, para vuestra comodidad, jóvenes, leeros el prospecto informativo y seguid las indicaciones antes de tener relaciones. En caso de ruptura accidental del preservativo, la píldora del día después, recetada por un médico o disponible sin receta en las farmacias, permite evitar un embarazo no deseado.

La píldora anticonceptiva, por su acción hormonal, bloquea la ovulación y resulta perfectamente eficaz para evitar un embarazo, siempre que se tome cada día. Os la recetará un médico. ¡Pero en ningún caso protege de las ETS (enfermedades de transmisión sexual)!

En el caso de los óvulos anticonceptivos, vendidos en las farmacias sin receta: introducidos en la vagina antes de cada relación, tienen una acción anticonceptiva menos eficaz que la píldora y no te protegen de las ETS.

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