Cuando pensamos en dietas de moda, buscamos aquella que traiga resultados más rápidos. De hecho, mientras más rápidos y más extremos los resultados, mejor. Y muchas de ellas vienen asociadas a la idea de que el esfuerzo va a ser mínimo, indoloro y casi incoloro.
Una de las dietas más populares en estos momentos es la dieta del HCG que promete, con el consumo de unas gotas o inyecciones, la pérdida de peso en poco tiempo. Y si bien las opiniones son encontradas, para muchos el funcionamiento de la dieta se basa no en el compuesto, sino en la baja ingesta calórica.
La dieta no es mágica. Consiste en tomar unas gotitas o recibir inyecciones de un compuesto de la hormona HCG (gonadotropina coriónica humana HCG, por su sigla en inglés) una hormona que se eleva en las mujeres en gestación, que promete la pérdida de grasa y el manejo del hambre sin sentir ansias de comer.
Insuficiencia calórica para bajar
Pero para que esta dieta funcione, se deben consumir sólo 500 calorías diarias, es decir, mucho menos de los requerimientos que necesitaría una mujer normal para completar sus acciones diarias. Expertos de nutrición y fitness recomiendan que el consumo mínimo de calorías sea de 1200 calorías al día. Menos de eso acarrearía un déficit muy fuerte.
Claro, con una dieta así de restrictiva, es poco probable que una persona no rebaje. Y claro, el compuesto asegura hacer más fácil el proceso, ya que con tan pocos alimentos, es normal que se sienta hambre.
Pero muchos especialistas dudan que las gotas y pastillas que se encuentran en el mercado sean realmente de esta hormona, y básicamente las personas que toman las imitaciones están poniendo su cuerpo en un fuerte estado de inanición. Las libras perdidas regresaría una vez finalice la dieta por el efecto rebote de las dietas bajas en calorías.
Además con un consumo tan bajo de calorías, le niegas al cuerpo los nutrientes, vitaminas y minerales básicos para que se desarrollen otras funciones en tu cuerpo, que pueden ir desde la evacuación hasta la manera en que te crece el cabello.
Si vas a empezar cualquier plan de dieta, antes de tomar pastillas o gotas, consulta con un profesional sobre cuáles son tus opciones más saludables. Enfócate en el cambio de hábitos alimenticios y no que ofrezcan una solución temporal a tus problemas.
