Cuando tenemos hambre, cuando se digiere, cuando se sufre de estrés, la panza puede a veces hacer ruido y hasta resultar molesto. Sin embargo, estos ruidos del aparato digestivo son totalmente naturales.
Y cuanto más vacía está, por lo tanto llena de aire, mayores son los ruidos. Y es que el aire es el responsable de los ruidos de la panza. El aparato digestivo es un conjunto de órganos muy activos: se contraen y se descontraen durante la digestión, haciendo circular el aire presente o creado durante la fermentación.
Primero el estómago
El estómago es el primer órgano de la digestión. Cuando se ingieren alimentos, llegan al estómago, que es una bolsa llena de aire cuando no contiene alimentos.
Pero al comer, se traga también aire, que en ocasiones puede salir –los conocidos eructos–. Los eructos van a veces precedidos de ruidos –un ligero gluglú– debido a la subida del aire desde el estómago.
Las contracciones del intestino
Una vez que la digestión ha comenzado, el estómago vacía su aire en el intestino, lo que también es una fuente de ruidos y de remontada de aire. El intestino es un órgano plegado sobre sí mismo, largo –hasta 6 metros– y que se contrae regularmente para hacer bajar los alimentos hasta el recto.
Los muchos movimientos del intestino son una fuente de ruidos debido a los líquidos y a las bolsas de aire que contiene. Cuando los alimentos llegan al intestino, están en un estadio de la digestión relativamente avanzado, con fermentación.
La fermentación implica la emisión de gas y de aire en el intestino. Los ruidos que proceden del bajo vientre son generalmente provocados por esta fermentación cuando, por ejemplo, se han comido patatas o col.
Los ruidos del vientre son, por lo tanto, un fenómeno natural. En caso de ausencia total o de aumento de estos ruidos, puede indicar un problema. Pero generalmente, al igual que el corazón que late, la digestión también es una de las actividades indispensables del cuerpo y requiere algunos ruidos.
Mecanismo
Los intestinos presentan un peristaltismo, es decir, una contracción que se produce de manera automática. Las contracciones pueden parecerse al movimiento que se efectúa para extraer el final del contenido de un tubo de pomada o de dentífrico: presiones sucesivas de abajo hacia arriba del tubo, permitiendo expulsar el contenido.
Tratamiento
No es sencillo. Simplemente una serie de medidas de higiene y dietéticas.
Comer lentamente, con tranquilidad, evitando las bebidas con gas, y todo lo que puede provocar aerofagia: alimentación rica en fibras y legumbres. Al final de la comida, tumbarse alternativamente sobre el lado izquierdo y el lado derecho.
Realizar masajes en el vientre, partiendo de la zona baja a la derecha y remontando en el sentido de las agujas de un reloj.
Sin duda alguna, las razones por las que nos hace ruido la panza no son, generalmente, indicador de nada grave sino del proceso de nuestro propio cuerpo.
