¿Sufres alguna de estas fobias absurdas? Pueden causar vergüenza

¿Te imaginas sentirte aterrado por un objeto, un color, una situación cotidiana o incluso por una parte de tu propio cuerpo? Muchas personas sufren alguno de estos trastornos... y pueden llegar a sonar incluso absurdos y vergonzosos.

Miedo a los globos. ¿Fiesta de cumpleaños? Mejor no...

Miedo a las barbillas

Si tienes este particular miedo a las barbas, seguro no eres fanático de Jesús, Dumbledore o Marx...

8. Hipopotomonstrosesquipedaliofobia

Quizás no sientas miedo, pero seguro no quieres intentar pronunciar esta palabra: Hipopotomonstrosesquipedaliofobia; miedo a las palabras largas.

Miedo a las desagradables y aterradoras... ¡rodillas!

Más de uno se sentirá identificado con esta: miedo al trabajo.

Miedo a salir de casa sin tu teléfono móvil: seguro siempre vuelves a buscarlo.

La juventud está perdida: miedo a los adolescentes.

Aterrador: miedo al color amarillo.

Miedo a los quesos. Muy racional...

Miedo a los ombligos. Un severo caso de tripofobia, el miedo a los huecos y agujeros.

Miedo a escribir en público.

Quizás uno de los más comunes: miedo a la suegra.

Miedo al número 4. Parece absurdo, pero esta fobia es característica de China, y su origen tiene que ver con cómo se pronuncia, ya que suena muy parecido a muerte.

El miedo a la lluvia es también conocido como ombrofobia y está relacionada con la hidrofobia, el miedo al agua.

Si tiene anablefobia no te gustará mirar las nubes ni las estrellas, tampoco serás fanático de los grandes rascacielos... Es el miedo a mirar hacia arriba

God Save the Queen: miedo a todo lo relativo a Inglaterra y la cultura británica.

Einigkeit und Recht und Freiheit: miedo a todo lo relativo a Alemania y a la cultura germánica.

Je Maintiendrai: miedo a todo lo relativo a Holanda, Países Bajos y su cultura.

Te sorprenderá, pero hay quienes sienten pánico y repulsión por las mujeres hermosas.

Hemos llegado al final de nuestra lista con uno de los más ridículos e irracionales temores: el miedo a recibir buenas noticias. Si, aunque no lo creas, algunas personas simplemente sienten pánico cuando están a punto de recibir una buena noticia.

Fuente: Ojo Científico

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