A medida que la globalización continúa creciendo y dominando nuestro comercio, la economía y los estilos de vida, la facilidad de acceso a las regiones remotas del mundo se refleja en nuestros viajes.
Cada vez más destinos en el mundo abren sus brazos a los viajeros internacionales, pero esto no está exento de riesgos ¿a qué enfermedades infecciosas podrías estar expuesto?
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Fiebre del dengue
Dónde: Caribe, Centro y Suramérica, islas del Pacífico Occidental, norte de Australia, sur y sureste de Asia, África Occidental y África subsahariana.
Este virus, que se transmite por picadura de mosquito, puede encontrarse en muchas partes del mundo, y debido a que aún no hay tratamiento ni vacunas disponibles, tu única protección es cubrirte y utilizar repelente contra insectos.
Esta especie de mosquito, Aedes aegypti, pica durante todo el día. Los síntomas pueden desarrollarse en el transcurso de dos a tres semanas y son parecidos a la gripe. Incluyen fiebre, dolor de cabeza, náuseas, vómitos y dolor de ojos, músculos y articulaciones, y generalmente duran una semana.
Hay cuatro serotipos distintos del virus del dengue; todos se encuentran en distintas partes del mundo, y mientras una infección ocasionada por un serotipo te puede dar inmunidad a ese tipo en el futuro, la infección por un segundo, tercero o cuarto serotipo puede dar lugar a una enfermedad más severa que la primera exposición... como la fiebre hemorrágica del dengue.
Esquistosomiasis
Dónde: África, Oriente Medio y algunas partes de América del Sur, el Caribe y el sureste de Asia.
Los caracoles de agua dulce llevan el parásito esquitosoma que causa esta enfermedad (también conocida como bilharzia). Los caracoles liberan las larvas de los gusanos en los ríos contaminados de agua dulce, en lagos, estanques o humedales, los cuales penetran a través de la piel, como la de las plantas de los pies.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el gusano es endémico en 52 condados donde el agua está contaminada con las heces de las personas infectadas con el gusano, que contiene huevos parasitarios. Los síntomas pueden tardar hasta dos meses en desarrollarse, y mientras algunas personas nunca desarrollan síntomas, otras experimentan fiebre, escalofríos, tos y dolores musculares a los dos meses de haberse infectado. La gravedad de los síntomas depende de la cantidad de parásitos que tengas dentro de tu cuerpo.
Puedes evadir la infección evitando nadar en agua dulce y calentando el agua si es necesario para el baño. No hay vacuna disponible, pero existe un tratamiento eficaz y de acción rápida: el medicamento praziquantil mata los parásitos en uno o dos días de tratamiento.
Malaria
Dónde: África, Centro y Sudamérica, partes del Caribe, Asia, y el Sur del Pacífico.
La malaria es una enfermedad parasitaria transmitida por la picadura de la hembra del mosquito Anopheles. Los síntomas incluyen fiebres altas, escalofríos y síntomas de gripe, y si no es tratada puede derivar en una enfermedad grave e incluso ocasionar la muerte. La OMS calcula que hubo 207 millones de casos de malaria en 2012.
No hay una vacuna autorizada para la malaria, pero existen medicamentos preventivos y se recomiendan a las personas que viajen a regiones endémicas. Hay varias opciones disponibles, desde pastillas semanales hasta diarias. El uso de ropa larga y repelentes y dormir en habitaciones con aire acondicionado o con mosquiteros tratados con insecticidas puede ayudar a evitar las picaduras. Pero si a pesar de todo esto todavía te infectas, existe un tratamiento eficaz disponible.
Fiebre amarilla
Dónde: regiones tropicales de África y Sudamérica.
Los mosquitos Aedes aegypti siguen causando estragos con su virus de la fiebre amarilla, que puede provocar fiebre, escalofríos, dolor de cabeza, dolor de espalda y dolores musculares. Más o menos el 15% de las personas infectadas desarrollan una enfermedad grave que puede ocasionar sangrado, shock, insuficiencia e incluso la muerte. Algunas personas se vuelven ictéricas, que es de donde viene lo "amarillo". La OMS calcula que hay 200.000 casos de fiebre amarilla cada año, y el 90% de los casos ha ocurrido en África.
Como no existe un tratamiento, el principal método de protección es una vacuna que los viajeros deben ponerse al menos 30 días antes de su viaje para obtener protección de por vida contra el virus. Si eres un viajero experimentado, estarás familiarizado con la necesidad de demostrar que has sido vacunado con la tarjeta amarilla que te proporcionan luego de la inyección. Si vas a viajar a lugares remotos, podría ser prudente guardar muy bien la tarjeta dentro de tu pasaporte.
Tuberculosis
Dónde: África, Asia, Europa Oriental
Se cree que un tercio de la población mundial está infectada con tuberculosis (TB), que es la segunda mayor causa de muerte infecciosa a nivel mundial (después del VIH/ SIDA). La TB puede encontrarse en un estado "latente", donde la gente porta la bacteria sin desarrollar la enfermedad. La TB se presenta en casi todos los países, pero las infecciones se concentran en los países en desarrollo, particularmente en Asia, África y Europa Oriental.
Esta enfermedad transportada por el aire se propaga de persona a persona e infecta principalmente los pulmones, pero puede propagarse a otras partes del cuerpo.
Hay una vacuna, pero su protección en los adultos es limitada. Su mayor protección es en los niños pequeños que aún no se han expuesto a las bacterias de la tuberculosis. Los síntomas incluyen una tos prolongada, debilidad, cansancio, pérdida de peso y sudores nocturnos. Si se diagnostica, la tuberculosis es tratable y curable con un extenso tratamiento con antibióticos. Sin embargo, han surgido formas de la enfermedad resistentes a los medicamentos.
Diarrea del viajero
Dónde: el mayor riesgo se registra en el subcontinente de la India, en el norte de África y Oriente Medio, en África subsahariana y en Sudamérica.
Este es un término colectivo para la diarrea ocasionada por una variedad de bacterias, virus o protozoos.
La transmisión generalmente se produce a través del consumo de alimentos o agua contaminados, y aunque los síntomas suelen ser leves, las infecciones pueden arruinar un viaje de vacaciones o negocios, causando deshidratación, debilidad y la inconveniencia general de tener que hacer numerosas visitas al baño. Esto lo puedes evitar consumiendo únicamente agua embotellada, tomar sabias decisiones en cuanto a la comida y lavarte las manos regularmente, ya que tu sistema inmune no está listo para esos microorganismos nuevos y exóticos.
Ébola
Dónde: Guinea, Liberia, Sierra Leona, Nigeria, República Democrática del Congo, (Senegal ha tenido un caso aislado).
A partir de 2014, esta enfermedad antes remota y fácil de contener, ha ganado fama internacional. En la actualidad, la epidemia de la enfermedad del virus de ébola (EVD, por sus siglas en inglés) afecta a cinco países; a las personas que viajan a regiones afectadas se les recomienda estar al tanto de los síntomas, que incluyen fiebre, erupciones, diarrea, vómitos y enrojecimiento de los ojos. Junto a estos síntomas, se han observado hemorragias internas y externas. La enfermedad se propaga de persona a persona por el contacto con fluidos corporales infectados, como la saliva, el semen o la sangre. Se siguen presentando leves brotes en la República Democrática del Congo.
No se cuenta con ninguna vacuna o tratamiento autorizado para el tratamiento del ébola y éste tiene tasas de mortalidad de hasta 90% en las personas infectadas, pero para que el virus se transmita se requiere que exista un contacto muy cercano con los fluidos corporales, lo cual se puede evitar fácilmente con el lavado frecuente de manos y con el uso de ropa protectora.
Fiebre tifoidea
Dónde: África, Asia, el Caribe, Centroamérica y Sudamérica. El mayor riesgo se presenta en Asia del Sur.
Esta enfermedad bacteriana se transmite por medio de alimentos y agua contaminados, y la fiebre derivada de ella puede ser mortal. Al principio, los síntomas son fiebre alta, debilidad, dolor de estómago, dolor de cabeza y pérdida del apetito. Los viajeros deben vacunarse antes de viajar, pero dado que la vacuna solo protege al 50%-80% de quienes reciben la vacuna, es mejor ser cuidadoso con tu elección de comida y bebida.
Al igual que con la diarrea del viajero, limítate al agua embotellada y evita frutas y verduras sin pelar, comida callejera (por muy deliciosa que parezca) y hielo en las bebidas. La fiebre tifoidea puede tratarse con antibióticos, pero han comenzado a surgir bacterias resistentes a los medicamentos; así que, es mejor evitar ese pepino en tu ensalada o ese cóctel helado bajo el sol.
Enfermedad de Lyme
Dónde: Norteamérica, Europa, Asia.
La enfermedad de Lyme se encuentra principalmente en las regiones costeras del noreste, norte central y de la costa del Pacífico de América del Norte. Es causada por una bacteria que se propaga a través de las picaduras de las garrapatas de ciervo.
Los síntomas incluyen fiebre, dolor de cabeza, fatiga y una característica erupción de la piel llamada eritema migrans. Si no se trata, la infección se puede propagar a las articulaciones, el corazón y el sistema nervioso. Así que cuando camines por la naturaleza, asegúrate de protegerte con repelente para insectos. Pero debido a que las garrapatas infectadas necesitan adherirse durante 36 a 48 horas o más antes de que la bacteria de la enfermedad de Lyme se puede transmitir, detectar y eliminar efectivamente las garrapatas de tu cuerpo también evitará una infección.
Si se detecta a tiempo, la enfermedad se puede tratar con antibióticos.
Hepatitis A
Dónde: la mayor parte del mundo en desarrollo.
El virus de la hepatitis tiene muchas formas (A, B, C y D), pero el de la hepatitis A es el que la mayoría de viajeros debe tener en cuenta, ya que se propaga a través del agua contaminada y los alimentos crudos. La enfermedad está estrechamente relacionada con el agua insalubre, el saneamiento inadecuado y la falta de higiene personal, y es una de las causas más frecuentes de infecciones transmitidas por los alimentos.
Hay una vacuna segura y efectiva disponible contra el virus, y a la mayoría de viajeros se les aconseja ponérsela, pero nuevamente, se recomienda tomar decisiones prudentes en cuanto a alimentos y bebidas a fin de evitar la enfermedad del hígado que viene como consecuencia, y tiene el potencial de ser grave.
Los síntomas incluyen fiebre, malestar general, pérdida de apetito, diarrea, náuseas, malestar abdominal, orina de color oscuro e ictericia. Los cálculos de la OMS muestran que hay 1,4 millones de casos de Hepatitis A cada año. No existe un tratamiento para la enfermedad que no sea la rehidratación y tratamiento de apoyo para las semanas o meses del tiempo de recuperación.