Mezclar bebidas con cafeína con alcohol parece aumentar el deseo de seguir bebiendo, revela una investigación reciente.
El hallazgo de un pequeño estudio de adultos jóvenes sugiere que la combinación de bebidas energéticas y alcohol podría fomentar un mayor riesgo de los peligrosos atracones de bebida, advierten unos investigadores australianos.
"Según nuestro estudio, no podemos saber con certeza si era la cafeína o los aditivos azucarados lo que hacen que el coctel de bebidas energéticas con vodka sea más atractivo que beber alcohol solo", señaló la autora líder del estudio, Rebecca McKetin, miembro del Centro de Investigación sobre el Envejecimiento, la Salud y el Bienestar de la Universidad Nacional de Australia, en Canberra.
Pero sugirió un mecanismo posible. "Normalmente consideramos el alcohol como un depresor, pero también tiene un efecto estimulante, y ese efecto estimulante es lo que se relaciona más firmemente con lo mucho que nos gusta el alcohol, y si deseamos seguir bebiendo", apuntó McKetin.
"La cafeína, al ser un estimulante, tiende a hacer surgir los efectos estimulantes de la intoxicación con el alcohol. Quizá esto haga que las bebidas energéticas aumenten el deseo de seguir bebiendo alcohol", sugirió.
Los investigadores en realidad no controlaron qué cantidad adicional bebieron los adultos jóvenes que participaron en el estudio, solo su deseo expresado de beber más.
La Asociación Americana de Bebidas (American Beverage Association), un grupo del sector, apuntó que esa es una de las limitaciones del estudio. "Según reconocieron los autores, este estudio no establece un vínculo entre el consumo de bebidas energéticas y un mayor consumo de alcohol. En lugar de ello, mide cómo se siente la gente, y no lo que en realidad hace", apuntó la asociación el martes en una declaración.
Además, las compañías asociadas "cumplen con las directrices de etiquetado y mercadeo responsables que no permiten que las etiquetas de las bebidas energéticas fomenten que se mezclen con alcohol ni que se realice ninguna afirmación de que el consumo de alcohol junto con las bebidas energéticas contrarresta los efectos del alcohol".
Más de una tercera parte de las personas de 18 a 24 años consumen bebidas energéticas, populares entre muchos estadounidenses jóvenes, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU.
Los CDC estiman que las personas que mezclan alcohol con bebidas energéticas se enfrentan al triple de riesgo de atracones de bebida, en comparación con las que no lo hacen.
La agencia define los atracones de bebida como el consumo de cinco o más bebidas alcohólicas en un periodo corto entre los hombres. Para las mujeres, consiste en consumir cuatro o más bebidas en un periodo corto.
Para el nuevo estudio, que aparece en la edición en línea de agosto de la revista Alcoholism: Clinical and Experimental Research, los investigadores se enfocaron en 75 hombres y mujeres australianos de 18 a 30 años de edad. Ninguno tenía antecedentes de dependencia del alcohol ni de las drogas.
Alrededor de la mitad recibieron cocteles compuestos de vodka, jugo de fruta y la bebida energética Red Bull Silver Edition. Los demás bebieron cocteles de vodka y jugo, mezclado solo con agua gaseosa.
Tras consumir las bebidas, ambos grupos dijeron que sentían más o menso el mismo grado de estimulación.
Pero los que bebieron la combinación de vodka y Red Bull fueron mucho más propensos a decir que les gustaría beber otro coctel, y a expresar un mayor deseo de consumir más, hallaron los investigadores.
"Claramente, no podemos dar por sentado que este deseo reportado por los mismos participantes de seguir bebiendo se traduciría en la conducta", apuntó McKetin. "Muchos factores tienen un rol en la decisión de una persona de seguir bebiendo o no".
Pero el deseo de beber es un factor crítico en esa decisión, añadió. "Ese aumento en el deseo intenso de seguir bebiendo podría convencer a las personas de que siguieran bebiendo, cuando de otra forma quizá hubieran dejado de hacerlo".
Se necesitan más investigaciones para confirmar esa teoría, reconoció.
Otro experto, el Dr. Sean Patrick Nordt, dijo que cree que el dúo de las bebidas energéticas y el alcohol " probablemente ponga a las personas en unas situaciones de más alto riesgo".
La preocupación es que lleve a la gente a beber más, apuntó Nordt, director de toxicología del departamento de medicina de emergencias de la Facultad de Medicina Keck de la Universidad del Sur de California.
"Aunque beber alcohol ayuda a las personas a sentirse más gregarias y socialmente desinhibidas, beber en exceso hace que las personas se sientan más somnolientas, provoca una pérdida del juicio y las hace incapaces de realizar tareas básicas, como conducir", advirtió Nordt.
Añadido a una bebida energética, "todo esto sucede mientras se tiene la ilusión de estar más despiertos, de forma que las personas que normalmente se irían a casa a dormir hasta que se les pase quizá no lo hagan", planteó. "Podrían elegir seguir en el bar, seguir bebiendo y aumentar el riesgo de una situación peligrosa".
¿Llevaría esto de verdad a atracones de bebida? "No lo sé", apuntó Nordt. "Eso es beber muchas bebidas en un periodo muy corto. Pero diría que un 'consumo prolongado' es probable".