La exposición a la luz natural fomenta la salud y la felicidad de los enfermeros, lo que podría mejorar la seguridad y la satisfacción de los pacientes, sugiere un estudio reciente.
Los investigadores hallaron que los enfermeros que trabajaban en lugares en los había luz natural tenían una presión arterial mucho más baja, se comunicaban mucho más a menudo con sus colegas, reían más y estaban en un estado de ánimo mejor cuando interactuaban con los pacientes que los que solamente tenían luz artificial.
Los hallazgos de la Universidad de Cornell fueron publicados recientemente en la revista Health Environments Research and Design.
Las investigaciones previas han indicado que tener acceso a la luz natural y a vistas naturales produce beneficios mentales y físicos para las personas. Proporcionar a los enfermeros un acceso a la luz natural podría ayudarles a afrontar la somnolencia y a permanecer alertas durante turnos largos, dijo la autora del estudio, Rana Zadeh, profesora asistente de diseño y análisis ambiental.
"Los enfermeros salvan vidas y se enfrentan a complicaciones cada día. Puede ser un ambiente de trabajo muy intenso y estresante, por lo que el sentido del humor y el buen estado de ánimo son esenciales para la profesión de enfermero", señaló Zadeh en un comunicado de prensa de la Universidad de Cornell.
"Como enfermera o enfermero, seguir sonriendo es todo un arte, lo que contribuye a que haya una conexión excelente con los pacientes. Un modo inteligente y asequible de traer un estado de ánimo positivo (y la risa) al lugar de trabajo es diseñar el espacio laboral adecuado para ello", añadió.
En las áreas donde no sea posible ofrecer la luz natural, la luz artificial debería diseñarse de tal manera que aporte los efectos beneficiosos de la luz natural sobre el estado de ánimo y el rendimiento laboral, sugirió Zadeh.
