Los fumadores activos y pasivos son más propensos a padecer la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC), un mal que se caracteriza por un bloqueo persistente del flujo del aire que puede llevar a la muerte, siendo la principal causa el humo del cigarro.
El médico José Zaga Ortega, neumólogo del Hospital Nacional Edgardo Rebagliati Martins de EsSalud, advierte que se debe prestar atención a síntomas como tos con o sin flema, fatiga, repetidas infecciones respiratorias, sibilancias o dificultad respiratoria que empeora al realizar actividades leves.
El especialista señala que en los pacientes con EPOC, la cantidad de aire que entra y sale por las vías respiratorias disminuye por diversos motivos como la pérdida de elasticidad de los bronquios o alveolos, la destrucción de las paredes que separan los alveolos, la inflamación de las paredes bronquiales o el exceso de mucosidad que puede obstruir los bronquios.
Esta enfermedad aparece lentamente y empeora con el tiempo afectando la calidad de vida en aquellos que la padecen, limitando su capacidad de realizar, incluso, sus actividades cotidianas, como caminar, cocinar o encargarse de su cuidado personal, comentó.
Zaga Ortega dijo que se debe tener especial cuidado durante el invierno pues la EPOC se agudiza a causa, principalmente, de las infecciones víricas estacionales (como la gripe), así como a cambios en la calidad del aire y al aumento de la contaminación ambiental.
“Además, periódicamente los pacientes desarrollan exacerbaciones en las que aparecen nuevos síntomas respiratorios o aumentan los que ya existen. Aquí es fundamental recordar la tarea preventiva de vacunarse contra las gripes estacionales y asegurarse que el paciente cumpla con su tratamiento”, agregó.
Precisó que el mejor examen para diagnosticar la enfermedad es una espirometría, es decir un procedimiento que consiste en soplar con fuerza dentro de una máquina pequeña que mide la cantidad y la velocidad del aire inspirado y espirado.
