Pareja deja hijo abandonado porque nació con síndrome de Down; cientos se solidarizan con el bebé

SÍDNEY. La ola de solidaridad seguía creciendo este domingo para ayudar al bebé con síndrome de Down rechazado por una pareja australiana que contrató un vientre de alquiler, o madre subrogada, en Tailandia, optando por llevarse solo a su hermanita gemela sana.

Gammy y su hermana gemela nacieron en diciembre en Tailandia. Su madre biológica, Pattaramon Chanbua recibió 16.000 dólares australianos (14.900 dólares estadounidenses) a cambio de engendrar al hijo de esta pareja australiana cuya identidad no se ha revelado.

Cuando las ecografías mostraron que uno de los bebés tenía síndrome de Down la pareja australiana quiso que Chanbua, de 21 años, abortara, pero ésta habría alegado que su religión, el budismo, se lo prohibía, según la prensa australiana.

La pareja australiana se quedó con la niña sana y dejó a Gammy con su madre biológica, que carecía de medios para hacer frente al costoso tratamiento para el bebé, nacido también con graves problemas de corazón. El bebé está actualmente hospitalizado.

La abuela, Pichaya Nathonchai, de 53 años, dijo el domingo a la AFP que Gammy está en un hospital privado de la provincia de Chonburi, a cerca de una hora de Bangkok, desde el jueves aunque su estado está “mejorando”.

Por su parte, Peter Baines, el fundador de Hands Across The Water, la organización que administra las donaciones, confirmó a la AFP que Gammy está “muy enfermo y sufre una infección pulmonar”.   El caso ha despertado en todo el mundo una enorme empatía.

Hasta ahora, se llevan recaudados 190.000 dólares en internet en todo el mundo para su tratamiento.   Baines aseguró que las donaciones han superado con creces el objetivo inicial de 25.000 dólares y que viajará a Tailandia desde Australia en las próximas semanas para asegurarse de que el dinero se utilice en el tratamiento de Gammys y en las necesidades de su familia.

La madre del bebé aseguró a el grupo de prensa australiano Fairfax Media que quiere cuidar ella misma en Tailandia del bebé. “Me ocuparé yo misma de Gammy. No se lo daré a nadie”, aseguró.

El ministro australiano de Inmigración Scott Morrison reconoció este domingo que “esta historia parte el corazón”, antes de agregar que entra en el terreno de la “responsabilidad moral”.

Asimismo, reconoció que este caso de maternidad subrogada presenta “aspectos serios” que necesitan ser gestionados muy cuidadosamente.

Australia prohíbe la maternidad subrogada comercial, es decir, que se pague a otra persona por engendrar un hijo para terceros, pero siempre se puede recurrir a un vientre altruista de alquiler, pagando solo los gastos que genera, incluidos los médicos.

Sin embargo, según la organización Surrogacy Australia, cada vez más parejas prefieren ir al extranjero que recurrir a los vientres altruistas de alquiler en el país. Así entre 400 y 500 parejas cada año recurren a madres por subrogación en India, Tailandia, Estados Unidos principalmente.

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