El prestigioso diario The New York Times abogó hoy por legalizar la marihuana a escala federal en Estados Unidos y dejar que sea cada estado el que decida para qué usos quiere permitirla.
“El Gobierno federal debería derogar la prohibición de la marihuana”, defendió el periódico en un editorial, con el que abrió una serie de artículos sobre la sustancia en respuesta al creciente número de estados que han reformado sus leyes sobre ella.
The New York Times, que asegura que sólo definió su postura tras muchos debates entre los miembros del consejo editorial, destaca los “daños” que el veto de la marihuana ha causado en la sociedad para “prohibir una sustancia mucho menos peligrosa que el alcohol”.
“No hay respuestas perfectas para las preocupaciones legítimas sobre el uso de la marihuana. Pero tampoco las hay para el tabaco o el alcohol y creemos que a todos los niveles -efectos sobre la salud, impacto en la sociedad y asuntos de ley y orden- la balanza se inclina claramente de lado de la legalización nacional”, indica.
Según el diario, la legalización federal dejaría en manos de los estados el permitir la producción y uso de la sustancia con fines terapéuticos o recreativos.
Hoy por hoy, varios estados han optado ya por dar luz verde a la marihuana, a la que el Gobierno no se ha opuesto, pero la planta sigue siendo ilegal bajo las leyes federales.
En total, 35 estados y el Distrito de Columbia permiten alguna forma de consumo de marihuana con fines terapéuticos, mientras que varios han descriminalizado la posesión de pequeñas cantidades y dos -Colorado y Washington- han ido más lejos y autorizan totalmente su uso recreativo.
Continuar con la situación actual dejaría a los ciudadanos a expensas de quién esté en la Casa Blanca y de que éste decida o no aplicar las normas federales, según The New York Times.
El editorial recuerda los graves “costes sociales” de las leyes contra la marihuana y apunta que en 2012 hubo 658.000 arrestos por posesión de la sustancia en el país, frente a 256.000 por cocaína, heroína y sus derivados.
“Aún peor, el resultado es racista, afectando de forma desproporcionada a los jóvenes negros, arruinando sus vidas y creando nuevas generaciones de criminales de carrera”, opina.
En lo referente a los efectos sobre la salud, el periódico recuerda que pese al debate de la comunidad científica, hay pruebas de que la adicción y dependencia son menores que con el alcohol y el tabaco y de que el uso moderado de la marihuana “parece no plantear un riesgo para los adultos sanos”.
Sí considera “legítimas” las preocupaciones sobre los efectos de la sustancia en el desarrollo del cerebro de los adolescentes, por lo que defiende prohibir la venta a los menores de 21 años, la edad a la se permite la compra de alcohol en el país.