Accidentalmente, como ha sucedido con algunos de los avances científicos más importantes de la historia, un grupo de médicos estadounidenses descubrió una zona del cerebro que funciona como un interruptor de la conciencia.
Durante una investigación, los médicos de la Universidad George Washington, que practicaban una cirugía experimental a una paciente epiléptica voluntaria, estimularon algunas capas cerebrales internas con ligeras descargas eléctricas para intentar localizar el origen de las convulsiones epilépticas.
Cuando se encontraban estimulando un área del cerebro conocida como Claustro, la paciente ingresó inmediatamente en un estado de inconsciencia, del que regresó tan pronto cesó la estimulación eléctrica, absolutamente consciente, pero sin poder recordar ningún tipo de detalle sobre lo acontecido durante su trance.
Según afirmaron los médicos, el efecto sobre esa región cerebral fue exactamente el mismo al cabo de dos días de experimentación.
Durante la cirugía, los expertos lograron determinar que la estimulación de esta zona del cerebro desencadena una verdadera desconexión de la conciencia, aunque sin afectar al sistema motriz. Mohamad Koubeissi, a cargo de la investigación, compara a este punto del cerebro con las llaves de un automóvil, que son responsables de activar los procesos sofisticados del sistema.
Los médicos esperan poder continuarán tras la nueva pista cerebral en experimentos con cerebros sanos.