Heces fecales de personas sanas pueden curar infecciones intestinales

Poner excrementos de personas sanas en píldoras ayuda a tratar las infecciones intestinales extremas, aseguran científicos que curaron a 28 pacientes en estado grave y a quienes los antibióticos fuertes no les hicieron efecto.

Cada año más 500 mil personas en Estados Unidos se infectan por Clostridium difficile y alrededor de 14 mil mueren por ello. Pero esta nueva práctica abre un horizonte para el tratamiento de la enfermedad y pudiera revolucionar la medicina.

Antibióticos muy potentes y caros son capaces de eliminar esa especie bacteriana que produce náuseas, calambres y diarrea, pero también matan a las bacterias ‘buenas’ del intestino, dejando al paciente más vulnerable a futuras infecciones.

Recientes estudios han demostrado que los trasplantes fecales, es decir, heces de un donante sano, pueden restaurar ese equilibrio. Incluso hay videos que enseñan cómo realizar un tratamiento similar en casa con ayuda de un enema.

Thomas Louie, especialista en enfermedades infecciosas en la Universidad de Calgary, ideó un método que va más allá: un tratamiento comestible para cada paciente.

Para extraer las bacterias “asesinas” procesó en un laboratorio las heces donadas, que en la mayoría de los casos provienen de un familiar del enfermo. Luego las envasó en cápsulas de gel con cobertura triple para que no se disuelvan hasta que alcancen los intestinos.

“No se trata de heces, sino de las bacterias fecales. Nuestros pacientes no están comiendo excrementos”, explicó Louie, citado por el servicio de prensa de su universidad. Además, las píldoras no son malolientes, ya que los contenidos no se liberan. Al alcanzar el colon las cápsulas se abren y se implantan las bacterias ‘buenas‘.

Los médicos están probando congelar las heces, ya que este proceder no daña a las bacterias, para poder almacenar los excrementos y trasportarlos a cualquier lugar donde un paciente los necesite.

(Con información de AP)

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