El ajo es un excelente microbicida, desinfectante, descongestionante y tonificador de la glándula pituitaria, eficaz en la secreción gástrica y rico en hierro, eficaz para combatir el veneno de la picadura de alimañas y los problemas circulatorios.
El ajo, machacado o en zumo, posee una larga e interesante lista de efectos curativos para innumerables afecciones, por ejemplo:
• Riñones, vejiga: tomar ajo en ayunas ayuda en casi todos los padecimientos de los riñones y vejiga.
• Pulmones y sistema respiratorio: tiene un efecto descongestionante poderoso, por lo que es de gran ayuda en casos de catarros, sinusitis, tos con flemas, exceso de flemas (provocadas por una alta toxicidad en el organismo).
• Sangre: purifica la sangre y refresca el aparato circulatorio.
• Arterias: disminuye la tensión arterial. Purifica, desintoxica y refresca su circulación.
• Hígado: activa el óptimo funcionamiento del hígado, órgano importantísimo para la salud en general. Si el hígado no funciona bien todos los órganos y sistemas del cuerpo se alteran y por medio de señales el cuerpo nos avisa. Por lo tanto, si tienes boca amarga por las mañanas o exceso de lagañas, si tienes problemas en los ojos o bilis, si estás en constante tensión o irritabilidad (te enojas a menudo), si te duele frecuentemente la cabeza, podría ser un problema biliar. Puedes tomar un diente de ajo cada tercer día con un poco de zumo de limón.
• Sistema digestivo: corrige el estreñimiento y desinfecta de toxinas el sistema digestivo
• Lombrices: uno de sus usos terapéuticos más conocidos es el de desparasitar y eliminar lombrices y tenia. Ideal en estos casos.
• Anemia: ideal para aliviar casos de anemia, fortalece las defensas y, ya que estimula los jugos gástricos, resulta un buen aperitivo para despertar el hambre.
• Diabetes: ayuda a ayudar la diabetes y el equilibrio hormonal.
• Ezcema y herpes: unas gotas de zumo de ajo son indicadas en casos crónicos de ezcemas y herpes.
• Obesidad: la gordura realmente puede desaparecer si se sigue un régimen alimenticio nivelado en donde se incluyan dosis de ajo.
• Fatiga y sistema nervioso: constituye un poderoso auxiliar en casos de fatiga, agotamiento, melancolía, dolores de cabeza, sistema nervioso e insomnio.
• Ácido úrico: eficaz ayuda contra el ácido úrico, lo ataca aliviando y ayudando las molestias de las articulaciones y músculos, por lo cual lo hace una ayuda indicada en casos de reuma y gota ciática.
• Várices: si quieres una ayuda poderosa y natural para combatir várices prueba la siguiente estrategia: tómate un ajo crudo y machacado en un vaso de agua tibia en ayunas cada tercer día y combina esto con 30 minutos diarios de cualquier ejercicio que te ayude a fortalecer tus piernas como bicicleta, correr, bailar. Una vez o dos a la semana, haz una pasta de ajo crudo bien machacado con un poco de aceite de oliva y unta sobre las venas varicosas dando un leve masaje. Deja el ajo por espacio de 15 minutos y, mientras esperas, recuéstate y sube tus piernas en contra gravedad y recárgalas en una pared. Esta estrategia incluye que procures comer lo menos posible embutidos, y productos fritos. Te aseguro que si haces esto, en tres meses verás como mejora notablemente la apariencia de tus piernas.
Ajo y piel bella
Además de todos los usos anteriores, el ajo tiene una eficaz propiedad curativa y embellecedora sobre la piel. Las mascarillas de ajo suavizan la piel y la fortalecen, además de ayudar a la regeneración celular. Prueba la siguiente mascarilla una vez o dos a la semana por las noches:
• No importa qué tipo de piel tengas, ésta mascarilla es eficaz para cualquier tipo de piel.
• Mezcla en la licuadora una rebanada de papaya con dos dientes de ajo y un poco de miel. Agrega una cucharadita de yogurt, si sientes que esta muy espesa, agrega otro poco de yogurt. Luego unta sobre tu piel como si fuera crema y deja actuar durante media hora de ser posible. Enjuaga con agua tibia.
Esta mascarilla con ajo es ideal para aquellas personas que padecen acné o barros, ya que tiene propiedades ayudativas para acelerar el curso de la maduración de furúnculos y granos sobre la piel.
Comer ajo
Además de todo lo anterior, el ajo tiene un sabor que lo hace un condimento favorito en la cocina internacional. Sabemos del sabor tan fuerte que tiene el ajo y el disgusto que muchos pueden sentir el comerlo solo. Sin embargo, no solo puedes consumirlo de una forma terapéutica, sino usarlo en la cocina para innumerables platillos.
La ensalada de lechuga, pepino, un poco de germinado de alfalfa y ajos finamente picados y levemente cocinados, aderezados con un poco de aceite de oliva y sal de mar, es un alimento formidable para prevenir y combatir muchas enfermedades. Si te molesta el sabor del ajo en la boca y no puedes quitártelo con nada, chupa medio limón por cinco minutos y asunto arreglado.