¿Es la cerveza sin alcohol realmente saludable?

¿Es la cerveza sin alcohol realmente saludable?

¿Es la cerveza sin alcohol realmente saludable?

Por Pedro García | Apunte.com.do

SANTO DOMINGO. — En los últimos años, el auge de la cerveza sin alcohol ha conquistado no solo a quienes buscan reducir su ingesta etílica, sino también a quienes la ven como una opción “más saludable”. Pero la pregunta sigue en el aire: ¿realmente es buena para la salud?

La cerveza sin alcohol, técnicamente llamada “cerveza desalcoholizada”, contiene menos de 0.5% de alcohol por volumen. Esto la convierte en una opción atractiva para mujeres embarazadas, conductores, deportistas o personas con restricciones médicas. Pero más allá del marketing, ¿qué dice la ciencia?

Según diversos estudios, esta bebida mantiene muchos de los componentes beneficiosos de la cerveza tradicional, como los polifenoles, antioxidantes naturales que ayudan a combatir los radicales libres. Además, aporta pequeñas cantidades de vitaminas del complejo B, magnesio y potasio. En el mundo deportivo, incluso se le atribuye un leve efecto antiinflamatorio y de recuperación muscular.

Sin embargo, no todo es burbujeante. Aunque no embriaga, muchas cervezas sin alcohol contienen una cantidad considerable de calorías vacías y azúcares añadidos, lo que puede resultar contraproducente si se consume en exceso. Tampoco se recomienda como sustituto habitual del agua u otras bebidas más nutritivas.

La nutricionista dominicana Eliza del Orbe advierte que “el término ‘sin alcohol’ no significa automáticamente ‘saludable’. Todo depende del contexto y la cantidad. Una cerveza sin alcohol ocasional no hará daño, pero tampoco es una bebida milagrosa”.

Otro punto a considerar es el impacto psicológico: para algunas personas con historial de alcoholismo, este tipo de cerveza puede actuar como un “disparador” de recaídas.

Entonces, ¿es saludable?
Sí y no. Puede formar parte de un estilo de vida equilibrado si se consume con moderación, pero no debe verse como una bebida funcional ni sustituir opciones realmente nutritivas.

En resumen: La cerveza sin alcohol no es perjudicial si se consume con moderación, pero tampoco debe considerarse un producto saludable per se. Como siempre, el equilibrio es la clave.

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