El informe revela que los compuestos antioxidantes de la remolacha, especialmente la betaína y los nitratos naturales, favorecen la desintoxicación del hígado, estimulan la producción de células nuevas y mejoran el flujo sanguíneo cerebral, lo cual se traduce en mejoras cognitivas significativas, incluso en adultos mayores.
“Estamos frente a un superalimento infravalorado, que podría cambiar la manera en que combatimos enfermedades como el hígado graso, la demencia y el deterioro cognitivo”, afirmó la doctora María Cedeño, especialista en nutrición clínica entrevistada por Apunte.com.do.
En barrios populares de Santo Domingo, donde el acceso a medicamentos es limitado, algunas familias ya han comenzado a consumir jugo de remolacha con limón y zanahoria como alternativa económica para reforzar su salud.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha reaccionado positivamente, señalando que promover el acceso a alimentos funcionales como la remolacha “es clave en regiones con alta prevalencia de enfermedades hepáticas por alcohol, mala alimentación o exposición a químicos”.