Redacción Internacional Salud.- Los síntomas son similares pero son dos afecciones distintas: la alergia ocular generada por la primavera no tiene que ver con el ojo seco, cuando las lágrimas no producen la suficiente lubricación. Es posible diferenciarlos atendiendo a varios factores claves para el diagnóstico y el tratamiento.
Para distinguir la alergia ocular del ojo seco hay que atender a parámetros como las condiciones externas, la sensación ocular o la edad, entre otros aspectos, según explica el grupo de oftalmología Miranza.
¿Qué es la alergia ocular?
La alergia ocular tiene lugar cuando un alérgeno entra en contacto con los ojos de una persona con sensibilidad al mismo.
Es entonces cuando se produce un proceso inflamatorio de la superficie del ojo que puede derivar en conjuntivitis alérgica, queratoconjuntivitis vernal o queratoconjuntivitis atópica.
En líneas generales, sus síntomas incluyen enrojecimiento de los ojos, escozor y un intenso picor. Se trata de una afección en aumento debido a una mayor susceptibilidad inmunogénica y a la mayor complejidad medioambiental actual.
Alergia ojo seco
¿Y el síndrome de ojo seco?
El síndrome del ojo seco se desencadena cuando las glándulas lagrimales no producen lágrimas suficientes o estas no son de calidad y se evaporan fácilmente.
Las lágrimas cumplen un papel fundamental en la salud ocular porque lubrican y protegen los ojos, por lo que su escasez o rápida evaporación deriva en una serie de síntomas entre los que se encuentran el escozor, el enrojecimiento, la sensibilidad a la luz o la visión borrosa.
Según el grupo Miranza, cerca de un 30% de la población mundial padece ojo seco, una enfermedad crónica que requiere la implicación diaria del paciente en el tratamiento.
Claves para diferenciar la alergia ocular y el ojo seco
Las condiciones externas: Los síntomas del ojo seco empeoran en ambientes muy secos o con aire acondicionado. Por su parte, la alergia estacional se acentúa normalmente en el exterior, dado que es ahí donde el polen de las plantas y de los árboles permanece en el aire.
El tipo de incomodidad ocular: La alergia ocular produce principalmente picor, mientras que el ojo seco provoca quemazón.
El alivio al cerrar los ojos: Las personas con alergia ocular no experimentan una sensación de alivio cuando los cierran, mientras que las personas con ojo seco, sí.
En la alergia ocular no existe relación con la edad puesto que las reacciones alérgicas se pueden presentar a lo largo de toda la vida. En el caso del ojo seco, en cambio, el paso de los años aumenta la probabilidad de padecerlo debido a cambios en la distribución y cantidad de las hormonas presentes en el organismo.
Síntomas en otras partes del cuerpo. Además de los síntomas que aparecen en la zona de los ojos, la alergia ocular suele presentarse junto a estornudos o urticaria, mientras que si se padece ojo seco esto no sucede y se limita a esa zona.
Tener alergia con ojo seco
La conjuntivitis alérgica es otra afección que comparte origen con la alergia ocular.
Se trata de una inflamación de la conjuntiva, la membrana transparente que cubre la parte blanca del ojo y el interior del párpado, provocada asimismo por la exposición a un alérgeno.
Tanto la alergia ocular como la conjuntivitis pueden aumentar la hipersensibilidad de los ojos y agravar la sequedad ocular, lo que genera un empeoramiento de los síntomas del ojo seco.
Por contra, el ojo seco puede actuar como agravante de la conjuntivitis alérgica y de la alergia ocular, puesto que el déficit de lágrimas expone aún más la superficie ocular a los alérgenos.
Tratamientos diferentes
Para la alergia ocular, suele ser un tratamiento estacional.
El principal tratamiento son los antihistamínicos orales y los colirios antihistamínicos, responsables ambos de reducir la producción de histamina, la sustancia liberada en el cuerpo durante una reacción alérgica y la encargada de desencadenar los síntomas.
También se utilizan los mastocitos estabilizadores, que previenen la liberación de histamina; los descongestionantes y, en casos más puntuales, los corticosteroides.
Para el ojo seco, es un tratamiento que requiere una rutina diaria y crónica por parte del paciente y es distinto según los casos.
Hidratar los ojos con lágrimas artificiales o pomadas lubricantes cada pocas horas.
Realizar descansos visuales ante las pantallas.
Ser cuidadosos y constantes con la higiene del párpado.
Cuidar la alimentación (siendo especialmente beneficiosa una dieta rica en ácidos omega 3, como los pescado azules o los frutos secos).
Luz pulsada o IPL: tecnología de última generación para mejorar los síntomas como picor, enrojecimiento, sensación de cuerpo extraño, fotofobia, necesidad de parpadeo excesivo e, incluso, visión borrosa y dolor, explica la doctora Maite Iradier, especialista de IMO Grupo Miranza Madrid.
Pulsación térmica: consiste en la aplicación localizada de calor y ‘masaje’ sobre los párpados.
Microexfoliación palpebral, que limpia en profundidad la zona del párpado.