La cinética de la procalcitonina y de la proteína C reactiva es más útil que los valores únicos para predecir la sepsis, hacer el diagnóstico y evaluar la respuesta a la terapia con antibióticos.
La sepsis se define como una disfunción orgánica potencialmente mortal causada por una respuesta desregulada del huésped a la infección.
En este contexto, los biomarcadores podrían considerarse como indicadores de infección, respuesta desregulada del huésped, respuesta al tratamiento y/o ayudar a los médicos a pronosticar el riesgo del paciente.
En la práctica diaria, para el diagnóstico y manejo de la sepsis, así como para la administración de antibióticos, los médicos combinan datos de diferentes fuentes que resultan de la intersección de tres vectores (Fig.1): manifestaciones sistémicas, disfunción orgánica y documentación microbiológica. Los biomarcadores podrían proporcionan información adicional en el vector de las manifestaciones sistémicas (biomarcadores de respuesta del huésped, por ejemplo, proteína C reactiva-PCR y procalcitonina-PCT), disfunción de órganos (por ejemplo, biomarcadores de lesión renal) y documentación microbiológica (biomarcadores específicos de patógenos).
Aproximadamente el 40-50% de los casos de sepsis se consideran cultivos negativos. Los biomarcadores se han estudiado en el contexto de la predicción de la sepsis, diagnóstico de sepsis, evaluación de la respuesta de la sepsis a la terapia y terapia antibiótica guiada por biomarcadores. Además, los biomarcadores de sepsis pueden ser divididos en pronóstico, predictivo y teranóstico, es decir, para guiar la elección, la dosis y la duración de la terapia (Fig.1).
El objetivo de esta revisión es informar a los médicos sobre los biomarcadores de infección o sepsis y brindar orientación sobre su uso, a saber, biomarcadores específicos de patógenos y dos biomarcadores de respuesta del huésped, PCT y PCR.
¿Cómo utilizar los biomarcadores?
Ante la sospecha de sepsis, el clínico tiene varias preguntas que abordar:
1) ¿Cuál es la probabilidad de infección?
2) ¿Cuál es la gravedad de la enfermedad y el riesgo de desarrollar shock séptico?
3) ¿Cuáles son los patógenos más probables?
4) ¿Cuál es el tratamiento antimicrobiano más adecuado?
5) ¿El paciente está mejorando o no, y si no, por qué?
6) ¿Cuándo se pueden detener los antimicrobianos?
Los médicos frecuentemente intentan responder estas preguntas con la ayuda de biomarcadores, pero es importante reconocer que el desempeño de los mismos en el manejo de la sepsis es subóptimo.
Biomarcadores específicos de patógenos y de respuesta del huésped
Los biomarcadores se describen como una característica biológica, medida objetivamente y utilizada como registro sustituto de un proceso fisiológico o patológico, o como indicador de la actividad de un fármaco. En el presente contexto, los biomarcadores de infección y sepsis podrían considerarse como indicadores de infección o respuesta desregulada del huésped o respuesta al tratamiento.