Redacción Internacional.- Cuantas cosas raras y a la vez insólita suceden en el mundo. A una mujer se le "rompe" el corazón en mitad de un orgasmo, caso publicado por una revista científica documental.
La mujer que acude a urgencias al médico, donde le fue diagnosticado un hematoma aórtico intramural como resultado del esfuerzo en las relaciones sexuales.
No es la primera vez que la literatura científica recoge los estragos de los esfuerzos físicos durante las relaciones sexuales. En esta ocasión, se trata de una mujer de 45 años que casi muere a causa de un orgasmo: sufrió un daño importante en la aorta, un suerte de desgarro en la pared de la misma. Se trata de un caso extraño no documentado hasta el momento.
La actividad sexual se ha descrito como una actividad física moderada. Sin embargo, según la vigorosidad de los participantes en el acto se puede alcanzar niveles de ejercicio casi máximos. Esto hace que respuesta fisiológica al coito se correlacione con una réplica física y emocional.
En un artículo en la publicación digital Plos One se señala que, de media, los varones gastan 100 Kcal, mientras que las mujeres, 69 Kcal, durante una sesión de sexo. Además, por otro lado, los autores de este trabajo recogen que "por cada minuto de sexo, el hombre consume de media 4,2 Kcal, y las mujeres 3,1 Kcal".
Sobre el extraño caso, recogido en la revista American Journal of Case Reports, el médico del servicio de Urgencias del Merit Health Wesley en Hattiesburg, William Bryan Bishop junto a Alan DucPhong Truong y Derek J.C. Hunt, describen las características del evento. En la publicación apuntan que se trata de una mujer de 45 años que acudió al servicio de urgencias con un fuerte dolor en el pecho.
Como apunta Isidre Vila Costa, presidente de la sección de Valvulopatías y Patología aortica de la Sociedad Española de Cardiología (SEC), "se trata de un caso anécdótico porque el perfil de pacientes en el que se da este tipo de disección aórtica suele ser hombres en la década de los 60 años".
Durante su ingreso en urgencias, al ser preguntada por la actividad física, ella refirió que justo antes del inicio de sus síntomas, mantenía relaciones sexuales con su esposo y durante su orgasmo sintió un "estallido" en el pecho con que le traspasó hasta la espalda. Tras diferentes exámenes se concluyó que sufría un síndrome aórtico agudo.
Esto se traduce en un hematoma aórtico intramural, que se observó en las pruebas de imagen. "Se trata de un proceso patológico grave que pone en peligro la vida. Uno debe acudir a Urgencias de forma inmediata.
La mayoría de las veces se diagnostica sin relación con el sexo", apunta Vila. La lesión que se desencadena por el esfuerzo se traduce en un sangrado de la vasa vasorum o los vasos sanguíneos de la pared aórtica. Su incidencia oscila entre el 3 y el 53% de los síndromes aórticos agudos, según algunos estudios.
Esto requiere que los servicios de Urgencias tengan un elevado conocimiento para la detección y tratamiento inmediato para prevenir complicaciones significativas, incluida la muerte. En la actualidad, en Urgencias se trabaja de forma conjunta con Cardiología y muchas unidades cuentan con especialistas de guardia.