El consumo de tabaco necesita un "tiempo de acción" para comenzar a provocar los primeros efectos en la salud de los fumadores, tanto a nivel cardiovascular y pulmonar como de un mayor riesgo de cáncer, pero las consecuencias de dejarlo pueden verse más a corto plazo, ya que los primeros beneficios se notan tras apenas 20 minutos. "Se ha demostrado que 20 minutos después de dejar de fumar ya se normaliza la tensión arterial", ha asegurado a Europa Press la neumóloga Elena Forcén, del MD Anderson Cancer Center de Madrid, con motivo del Día Mundial sin Tabaco que se celebra este sábado 31 de mayo, e insiste en que "cuanto antes se deje de fumar menos tiempo de exposición al tabaco y más tiempo para estar libre de enfermedad".
De hecho, esta experta ha recordado que a medida que pasa el tiempo desde la última calada el exfumador va percibiendo más beneficios. "A las 8 horas mejora su oxígeno, en unos días comienza a notar mejoría en el olfato, el gusto o la piel; la capacidad pulmonar comienza a mejorar después de una semana y, al mes, tienen menos problemas a la hora de realizar ejercicio físico, se cansan menos", reconoce Forcén.
Además, el riesgo de enfermedades cardiovasculares como el infarto se reduce a un 50 por ciento después de un año, y tras cinco años el riesgo de accidente cerebrovascular se iguala a los que no han fumado nunca.
Probablemente el riesgo que más tarde en disiparse sea el del cáncer, según ha admitido, a pesar de que en los pacientes fumadores los primeros síntomas debutan después de 15 a 20 años consumiendo tabaco.
El tumor más asociado a su consumo es el de pulmón, pero después de 10 años sin fumar el riesgo de padecerlo se reduce un 30 por ciento; un 50 por ciento después de 15 años y hasta un 80 por ciento tras 20-25 años sin probar un cigarrillo. "A más años de dejar de fumar, más se aleja el riesgo de cáncer", ha defendido Forcén.
No obstante, el tabaco en realidad afecta a todos los órganos que entran en contacto con el tabaco: cavidad nasal, nasofaringe, boca, laringe, esófago y estómago, además del pulmón, de modo que entre el 80 y 90 por ciento de los pacientes con uno de estos tumores son o han sido fumadores.
Esta experta admite que el riesgo cero es complicado para una persona que ya ha fumado, ya que "las células tienen memoria con el tabaco". "De hecho, hay muchos pacientes que han dejado de fumar hace 40 años y aún así desarrollan cáncer", según esta neumóloga, que recuerda que "cuanto antes se deje de fumar, mejor".
"Si dejas de fumar a los 40 años habrás fumado menos y tienes más tiempo para recuperarte", insiste Forcén, para quien "siempre es un buen momento". Además, avisa de que lo importante en caso de intentarlo y acudir a alguna consulta de deshabituación tabáquica es "que el paciente vaya por si mismo y no le mande nadie, que sea él quien tome la decisión".