La sandía es la típica fruta del verano, pero es tan dulce y tan sabrosa que nadie quiere privarse de ella durante todo el año. Y esto es algo positivo para nuestra salud, ya que la sandía es una fruta que contiene muchos minerales, vitaminas y aminoácidos indispensables para nuestro organismo.
Pero la sandía es tan versátil que no sólo la pulpa puede aprovecharse sino también sus semillas. Sí, aunque no lo creas las semillas de la sandía contienen muchas proteínas y compuestos que combaten distintas enfermedades.
La citrulina que se encuentra en la sandía, es un aminoácido con excelentes propiedades antioxidantes e ideales para los deportistas que practican deportes de alto impacto ya que refuerzan los músculos y dilatan los vasos sanguíneos.
Las infusiones a base de semillas de sandía te pueden ayudar con:
- Hipertensión
- Arteriosclerosis
- Angina de pecho
- Piedras en los riñones
Además, también puedes obtener de las semillas de sandía estos otros beneficios:
- Eliminar parásitos intestinales
- Actuar como laxante natural
- Eliminar líquidos
- Incorporar antioxidantes y energía
¿Cómo preparar té de semillas de sandía?
Ingredientes:
- 2 litros de agua
- 4 cucharadas de semillas de sandía
Preparación:
Moler las semillas de sandía y hervirlas en el agua durante 15 minutos.
Esta infusión, que previamente vas a colar, puedes conservarla refrigerada en una botella o en un recipiente preferentemente de vidrio. Bebe varias tazas al día durante dos días consecutivos y luego descansa tres días para luego reiniciar el ciclo por dos días más.
Procura elegir una sandía fresca y orgánica para aprovechar mejor sus propiedades y sus nutrientes
