Enigmática carta enviada al FBI comprobaría escape perfecto de "Alcatraz". Ninguno murió, y dos de los fugitivos fueron vistos en Brasil en 1975

 

 

John Anglin se escapó junto su hermano Clarence Anglin y el recluso Frank Morris, los tres fueron condenados a cadena perpetua (toda la vida en prisión) por varios atracos a mano armada a bancos, y también cometieron algún asesinato.

 

Foto: Los tres fugados de Alcatraz y cuál sería su aspecto en la actualidad. (Reuters)

 

Un programa de reconocimiento facial podría haber confirmado que dos de los presos seguían con vida 13 años después de su huida, el 11 de junio de 1962

La agencia irlandesa Rothco y expertos en inteligencia artificial de la empresa IDenTV aseguran que han creado un sistema basado en modelos matemáticos capaz de identificar a una persona a través del análisis de múltiples imágenes, asegurando que dos de los presos son los mismos que aparecen en una fotografía tomada en Brasil en 1975

(Se ha dicho que lucían en buenas condiciones de salud, cuando fueron vistos en Brasil, y que antes del 1975 habrían vivido muchos años en los Estados Unidos. Lo de su sobreviviencia en el escape se explicaria en testimonios de que los dos hermanos siempre enviaban cartas en la Navidad a su madre)

EL MUNDO./ Los fugitivos Frank Morris, John Anglin y Clarence Anglin. Detrás, la enigmática carta y Alcatraz, desde donde escaparon

Clint Eastwood, Jack Thibeau y Fred Ward, fueron los protagonistas de una de las mejores y más recordadas películas de los años 70 y 80: Escape de Alcatraz.

Un film que reproducía cómo había sido la fuga de tres ladrones de bancos de los años 60 y cuyo final deja en suspenso y en la imaginación del espectador qué fue lo que ocurrió con los tres malhechores. Un suspenso que finalmente, casi 60 años después, parece resuelto.

Los hermanos John y Clarence Anglin y su socio Frank Morris tenían todo planificado. Fueron los cerebros y ejecutores de una de las mayores fugas del penal más famoso del mundo: Alcatraz, en San Francisco.

El hecho ocurrió el 11 de junio de 1962 y los tres desaparecieron en las aguas que unen la isla con el continente.

Los investigadores los dieron por muertos. Y cerraron el caso.

John Anglin, en 1960. Una supuesta carta suya llegó en 2013 al FBI quien reabrió el caso de la fuga de Alcatraz luego de haberlos dado por muerto durante el escape

Según la carta murió en 2011 Frank Morris, en 1960. En la película “Escape de Alcatraz” de 1979 fue interpretado por Clint Eastwood. Fue también, el cerebro de la fuga.

Pero ahora, el FBI reabrió el caso y su búsqueda. Fue luego de que uno de ellos escribiera, en 2013, una carta en la cual les advertía que todo este tiempo había estado oculto y que había sobrevivido a la espectacular fuga.

La misiva se hizo pública por esa dependencia norteamericana. ¿La firma? John Anglin.

"Mi nombre es John Anglin. Escapé de Alcatraz en junio de 1962 con mi hermano Clarence y Frank Morris.

Tengo 83 años y estoy en mal estado. Tengo cáncer. Sí, todos pudimos escapar esa noche, ¡pero por poco!", escribió el fugitivo en la carta que llegó a las oficinas del FBI hace ya casi cinco años.

Según las pericias hechas sobre la epístola, ésta es legítima y obligó a esa dependencia a reabrir lo que llaman un "caso frío", por el paso del tiempo.

Y pretendía un trato: "Si anuncian en TV que iré a prisión por no más de un año y que tendré atención médica, entonces les escribiré de nuevo y les dejaré saber el lugar exacto donde estoy. No es una broma".

El escape diseñado por los tres delincuentes -dedicados al robo de bancos- fue perfecto.

Fue ejecutado el 11 de junio de aquel año luego de agrandar los respiraderos de sus celdas con un taladro casero. Posteriormente atravesaron lo que era la puerta de entrada de su túnel, caminaron en la oscuridad de la noche a través de cañerías hasta llegar al techo.

Con unos salvavidas improvisados y muy precarios, intentaron llegar a tierra firme, algo que las autoridades descartaron que hubieran logrado.

El orificio que hicieron los malhechores en sus celdas y por el que lograron escapar el 11 de junio de 1962

Algunos de los elementos que utilizaron los fugitivos durante la excavación Diagrama de Alcatraz tal como era en 1962

Pero su plan -perfecto, por cierto- no terminaría allí. Para ganar tiempo en la búsqueda y desorientar a los guardias, los tres ladrones de bancos decidieron engañarlos colocando muñecos en sus camas para que creyeran que estaban durmiendo durante toda la noche. Las cabezas de estos maniquíes fueron hechas con papel maché y plástico. Y las pelucas tenían pelo auténtico. El engaño fue absoluto.

La astucia sería reproducida 17 años después en la célebre película protagonizada por Clint Eastwood.

En ella se muestra cómo fue ideado el proyecto de fuga y cómo fueron hechas las cabezas que reemplazaron el dulce descanso sobre las almohadas de los tres cerebros del escape.

“Mi nombre es John Anglin. Escapé de Alcatraz en junio de 1962…”, así comienza la carta recibida por el FBI en 2013 y conocida esta semana La epístola completa de John Anglin John Anglin también propone un trato al FBI: un año en prisión y tratamiento contra su cáncer a cambio de entregarse.

Según la misiva, Anglin pasó muchos años viviendo en Seattle, en Dakota del Norte y actualmente en el sur de California.

El fugitivo también contó que sus cómplices estaban muertos: Morris murió en 2008 y su hermano Clarence en 2011.

Agencias de pericias investigaron restos de ADN, las huellas y la caligrafía de la carta enviada y, aunque las pruebas no fueron contundentes, continuaron con el rastreo.

"Todo queda en un limbo", señaló Jeff Harp, Analista de Seguridad al canal KPIX 5.

Clint Eastwood en “Escape de Alcatraz”, una de las mejores películas de los años 70 (Paramount Pictures) Los hermanos Anglin y Morris habían diseñado muñecos de fantasía para engañar a los guardias y creyeran que los tres ladrones de bancos seguían durmiendo

Poco tiempo después del escape, el FBI dio por muerto a los tres. Pero la familia de los Anglin siempre sostuvo que habían sobrevivido y que se habían mudado a Brasil, desde donde mantenían el contacto.

Los hermanos habían sido trasladados a Alcatraz desde el penal de Atlanta, donde habían intentado fugarse, aunque sin éxito. Su relación con Morris les dio el coraje de hacerlo nuevamente, pero esta vez con mayor inteligencia.

Ahora, queda por ver si la carta que llegó hasta las oficinas del FBI es cierta y podría conducir a uno de los sobrevivientes de la mayor fuga de la historia de Alcatraz, el penal del que nadie podría escaparse.

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