Si después de que gastaste un dineral en una maceta preciosa que colocaste en un rincón con tu planta favorita notas que al poco tiempo sus hojas comienzan a marchitarse, los tallos se ponen amarillos y la falta de vida se evidencia en que no da flores, entendemos tu frustración.
Tal vez la planta no recibió los cuidados adecuados: Falta de sol, exceso de sol, falta de agua, exceso de agua, etcétera, pero en caso de que hayas cuidado de la planta según los requerimientos necesarios y aun así la notes que poco a poco se va marchitando te sugerimos que utilices algunos de estos trucos caseros que aportan nutrientes a las plantas y estimulan su crecimiento.
¿Qué necesita toda planta para crecer?
Independientemente del tipo de planta todas necesitan agua y luz, pero algunas por ser más delicadas o por encontrarse ubicadas en un lugar que así lo requiere necesitan de algún complemento “vitamínico” que podemos calificar como abono; pero que en este caso, se trata de elementos que habitualmente desechamos pero que contienen gran cantidad de nutrientes.
Utiliza estos productos naturales para abonar tus plantas y lograr que crezcan fuertes y hermosas:
1) Borra o posos de café: Esta noche, cuando prepares tu habitual café después de la cena, recuerda no desechar la borra porque aunque no lo creas contiene gran cantidad de minerales y nutrientes ideales para abonar las plantas. Esta borra de café contienen nitrógeno, potasio, calcio, magnesio y muchos otros minerales que representan materia orgánica indispensable para nutrir la tierra.
2) Cáscaras de huevo: Este es otro elemento que definitivamente siempre va a parar a la basura y no tomamos en cuenta que la cáscara de huevo contiene grandes concentraciones de calcio y otros minerales que sirven para nutrir las plantas. Reúne las cáscaras de huevo y con la ayuda de un mortero tritúralas para luego esparcirlas dentro de las macetas.
3) Cáscara de banana: No sólo a la banana en sí misma contiene grandes dosis de potasio sino también las cáscaras que se descartan. Esta materia orgánica cuenta con minerales y nutrientes como por ejemplo hierro, zinc, fósforo, níquel, bromo, azufre, magnesio y muchos más.
4) Agua de peceras: Si tienes una pecera y normalmente cambias el agua cada vez que la limpias, ¡no la descartes! Esta agua contiene muchas sustancias que pueden servir para nutrir la tierra. Riega tus plantas con esta agua.
5) Clavos viejos: Esto es casi deducción pura. Los clavos están hechos de hierro y este mineral es ideal para nutrir la tierra. Si tienes clavos viejos y ya oxidados a los que sabes no vas a darle ninguna utilidad entiérralos en la maceta para ayudar a nutrir la tierra.
6) Cenizas de madera: Si tienes una chimenea o por algún motivo has quemado madera, no descartes estas cenizas porque son una fuente inmensa de potasio, fósforo y bicarbonato de calcio.
El fósforo ayuda a madurar los frutos y potencia el perfume de las flores. No coloques directamente la ceniza sobre la tierra; prepara este fertilizante mezclándolo con agua.
