Verdades y cuentos sobre las vacunas anti COVID-19


Las vacunas contra la COVID-19 son tan nuevas como la enfermedad. Todas tienen el mismo propósito: Evitar que continúen centenas de muertes diariamente en todo el planeta. Por la novedad hay miedos infundados y muchas expectativas. Hay verdades y cuentos.

Para hablar sobre las diversas vacunas contra la COVID-19, lo que de ellas podemos esperar y los miedos infundados, entrevistamos a Flor Pujol, viróloga, investigadora titular emérita del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas, jefe del laboratorio de virología molecular e individuo de número de la Academia de Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales de Venezuela.

La doctora Pujol califica de “bastante exitosa” la carrera para la producción de vacunas tan pronto se reportó la nueva enfermedad causada por un Coronavirus. Esa enfermedad recibió por nombre COVID-19

Comenzó explicando que las vacunas contra este virus tienen diferentes formas de producción.

“Hay vacunas inactivadas que es el virus completo que se inactiva con químicos. Estas son las vacunas chinas¨.

“Después tenemos las primeras que salieron. Son vacunas con vectores virales. Eso significa que son vacunas con adenovirus no patógenos; no se multiplican en la célula pero contienen una porción del gen que codifica para la espiga del coronavirus que es la que induce la producción de anticuerpos llamados neutralizantes. Estos anticuerpos neutralizantes son los que protegen e impiden que el virus entre a la célula y de esa forma evitan la infección. Esas vacunas son inocuas porque el adenovirus no se puede replicar y además no está el coronavirus completo. Solo está una proteína del coronavirus.

“También tenemos unas vacunas modernas, como su nombre lo indica, como la producida por Moderna o Pfizer, que están basadas en ARN (ácido ribonucleico). Sabemos que la información para producir una proteína está incluida en lo que llamamos los ARN mensajeros. Estos entran al citoplasma de la célula y ahí los traduce la célula para producir la proteína.

“De manera que estas vacunas llamadas ARN, inoculan un ARN sintético; no un fragmento de tooodo el ARN viral, que es de 30 mil nucleótidos; en este caso estamos inoculando un ARN pequeñito. El ARN entra en la célula y produce la proteína.

--¿Por qué usan métodos tan complicados para producir estas vacunas?

--Es un problema de eficiencia. El ARN se produce en masa, en forma sintética, los vectores adenovirales también se replican antes de la producción. Pero es un problema de cantidad.

Hay otras vacunas más clásicas, como Novavax. Pero es ahora cuando se están produciendo y la cantidad de proteína que se necesita producir es mayor. Por eso, la ventaja de estas nuevas plataformas para producir vacunas es que permiten obtener mayores cantidades.

Asegura la doctora Pujol que desde hace muchos años se realizan investigaciones con estas vacunas y afirma categórica “que todas esas vacunas son absolutamente inocuas. No existe posibilidad alguna de que ese ARN altere el genoma de una persona”.

Aclara que “el cromosoma de los humanos está compuesto de ADN (Ácido Desoxirribonucleico), no de ARN. Ese ARN se queda en el citoplasma de la célula mientras que el ADN está en el núcleo de la célula. De manera que ese rumor que ha corrido, según el cual, la vacuna puede alterar la información genética de quien la recibe es totalmente falso”.

“Las ventajas de las vacunas ARN sobre las vacunas de los adenovirus como la de AstraZeneca o la vacuna rusa (Sputnik V) con la que se hará pruebas en Venezuela, es que si el receptor ha tenido anticuerpos contra esos adenovirus puede ser que sean un poquito menos eficientes. Solo eso, no hay peligro alguno con este tipo de vacunas”.

Precisa la doctora Pujol que AstraZeneca escogió, como vector adenoviral, un adenovirus de chimpacés que no hemos visto nosotros, por lo que no tenemos probabilidades de tener anticuerpos que interfieran con el éxito de esa vacunación.

Insiste en que los resultados han demostrado que todas esas vacunas son altamente efectivas. Todas tienen un mismo objetivo: producir anticuerpos contra la porción de la proteína de la espiga que es la que interactúa con el receptor y de esa forma, esos anticuerpos van a impedir que los virus infecten las células. Por eso son protectoras.

Asegura que los resultados son muy prometedores. Los efectos secundarios son pocos y ya se han concluido las primeras 3 fases de la evaluación. No porque se haya hecho rápido significa que no se hayan cumplido con las fases normales de la vacunación, solo que se han hecho de forma un poco solapadas. En cada fase se sigue evaluando la anterior. Hasta el momento solo se han presentado algunos efectos adversos, especialmente en personas alérgicas en el caso de la vacuna Pfizer pero son mucho más los beneficios para detener la evolución de una enfermedad que ha costado más de millón y medio de vidas que los virtuales efectos adversos que hay que seguir evaluando, pero las personas a riesgo de contraer la COVID-19, tienen muchos más beneficios en vacunarse que tener miedos infundados, sobre todo los relacionados con posible afectación de los genomas. Eso no tiene basamento científico. En cambio toda la información que disponemos reposa en publicaciones científicas en revistas prestigiosas.

-¿Luego de vacunado es necesario mantener medidas como el uso de la mascarilla y mantener distancia?

--Al inicio de la vacunación, será importante usar la mascarilla. Primero, no todo el mundo estará vacunado y habrá circulación del virus y aunque las vacunas han resultado ser muy efectivas, siempre hablamos de 90%, 92%, 95% de eficacia en el mejor de los casos. Eso quiere decir, cuando es 90 por ciento de eficacia, que una de cada diez personas que han sido vacunadas, no está protegida y por lo tanto, está a riesgo de contraer la enfermedad. Además, hay que esperar cierto tiempo, son dos dosis con intervalo de 21 días y esperar, al menos una semana después de la segunda dosis para, por lo menos, ignoro cuáles son las recomendaciones, pero al menos una semana para demostrar que la persona vacunada ha montado una respuesta inmunitaria protectora suficiente.

-¿Qué de cierto hay que la vacuna rusa no es apropiada para mayores de 60 años?

-Están realizando estudios para ampliar el grupo etario.

A manera de despedida y como para que no quede dudas, la doctora Flor Pujol insistió, recuerde, “todas esas vacunas contra la COVID-19, aprobadas hasta hoy, 6 de enero 2021, son altamente efectivas. Está probado científicamente”.

Personas del espectáculo, como el venezolano José Luis Rodríguez, animan con su ejemplo a vacunarse contra la COVID-19 y a aclarar con su médico todas las dudas al respecto. @erondoni

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