Redacción Internacional.-- Un equipo de investigadores de la Universidad Técnica de Múnich (Alemania) descubrió que la presencia de sal está detrás del desarrollo de ciertas enfermedades alérgicas e inflamatorias.
Los científicos afirman que la sal o el cloruro de sodio provocan la formación de células Th2 en el organismo, causante de las citadas afecciones.
El pasado miércoles los científicos, encabezados por Christina Zielinski, publicaron un informe en la revista Science Translational Medicine que afirma que la sal o el cloruro de sodio provoca la formación de células Th2 en el organismo, causante de las citadas afecciones.
Los investigadores han analizado la piel de los pacientes con dermatitis atópica y han llegado a la conclusión de que contiene niveles de cloruro de sodio 30 veces más elevados de los normales, por lo que, pueda relacionarse a priori la ingesta de sal con estas reacciones inflamatorias.
“Los niveles más altos de sodio en la piel afectada coinciden perfectamente con otra característica de la dermatitis atópica. Los pacientes con esta afección tienen unos niveles elevados de la bacteria Staphylococcus aureus en la piel. Estas bacterias crecen en condiciones saladas”, afirma Christina Zelinski en declaraciones recogidas por MedicalXpress.
El cloruro de sodio impulsa a las células Th2 a producir unas grandes cantidades de las proteínas interleucina 4 (IL-4) e interleucina 13 (IL-13), y como resultado se desarrollan las enfermedades de la piel. Los científicos todavía no saben cuál es la causa ese mal funcionamiento.
“Sin embargo, todavía no somos capaces de demostrar cómo estas grandes cantidades de sal encuentran el camino hacia la piel. Por eso no estamos seguros de cómo una dieta baja o alta en sal podría estar relacionada con la aparición y el desarrollo de la dermatitis atópica u otras enfermedades alérgicas”, subraya Zielinski.
El equipo de científicos promete continuar investigando para encontrar una respuesta a esta pregunta.
Ingerir demasiada sal puede tener efectos nocivos en tu cuerpo con el paso del tiempo, tales como problemas circulatorios o renales.
En los países industrializados, casi uno de cada tres ciudadanos sufrirá una alergia en algún momento de su vida y uno de cada diez niños sufre dermatitis atópica. Las células T juegan un papel importante en este caso, porque protegen el organismo de las infecciones, pero si no se controlan pueden empezar a atacar algunos órganos y sustancias del cuerpo, incluidos los alérgenos.