Las cifras sobre el embarazo adolescente son alarmantes y lo convierten en una preocupación real. Vivimos en una sociedad hipersexualizada y vertiginosa, por lo que resulta importante dejar los tabúes de lado y convertirse en un agente efectivo en la educación sexual.
Aunque en la educación formal existen programas en algunos casos, no es suficiente dejar la responsabilidad en manos de las escuelas, pues un hogar donde reine la confianza es más efectivo como medio de prevención.
Qué puedes hacer para prevenir los embarazos precoces
Habla con tus hijos desde pequeños sobre sexo: una conversación honesta, abierta y específica es importante. No tiene que ser incómoda, puedes usar una película, un programa de televisión o el caso de algún conocido para tocar el tema. Explícale el porqué de tu opinión y valores, déjalo hablar. Pregúntale qué sabe y aclara sus dudas, háblale sobre la diferencia entre sexo y amor, no te centres sólo en las consecuencias negativas; habla con hechos y sin juzgarlos.
Evita discriminar por género, es decir, no seas abierta y permisiva con tus hijos y radical o puritana con tus hijas. La información debe ser igual para ambos, deben aprender sobre el respeto, las formas de prevenir un embarazo y las responsabilidades que acarrea ser sexualmente activos. Asimismo, es importante ser paciente; si tu hijo se acerca para pedir ayuda, evita regañarlos, eso sólo evitará que confíe en ti en el futuro. Dale la información que necesita, sin juzgarlo.
La importancia de la información
Habla sobre métodos anticonceptivos, hacerlo no estimulará las relaciones sexuales prematuras, sino que les dará herramientas para la prevención. Es mejor que estén preparados si toman la decisión de tener relaciones sexuales.
Si sospechas que tus hijos pueden ser sexualmente activos, deja preservativos en lugares accesibles, explícales sobre la píldora de emergencia, las píldoras e inyecciones anticonceptivas y dónde pueden acceder a éstas en caso de que sientan vergüenza y no quieran pedirlas directamente.
Finalmente, fomenta su autoestima. Esto es muy importante, pues un joven que se quiere y conoce su valor no cederá ante la presión social. Explícales que está bien establecer límites, decir que no y cómo distinguir a una potencial pareja abusiva y manipuladora. Háblales sobre los peligros del sexting y cómo puede arruinar su reputación. Conoce a sus amigos, pues son una gran influencia. No se trata de invadir su privacidad, sino de crear un clima de confianza y bienvenida.