El olor y el color del perfume puede ser alterado por el calor, aunque te parezca un poco extraño
Aplicar el perfume sobre la ropa sería lo más aconsejable, sobre todo para aquellas pieles más reactivas y finass.
La directora técnica de la lap Pharma, Raquel Sanz, asegura que en los meses de más calor cualquier perfume o agua de colonia debe permanecer alejado de la luz solar y de cualquier foco de calor, sobre todo si ya se ha utilizado antes, porque, al aumentar la cámara de aire en el recipiente, los procesos naturales de deterioro se aceleran”
Las alteraciones que pueden sufrir los productos aromáticos en verano “son muchas y muy variadas”. agrega.
Del conjunto de reacciones químicas que pueden producirse, la más problemática sería la oxidación.
Las consecuencias son “una variabilidad en el color del perfume, que tiende a intensificarse, y cambios en el olor”, pero la textura “no suele sufrir cambios” por las altas temperaturas.
Durante el proceso de oxidación, el aroma del producto “puede ser correcto hasta el momento en que las reacciones han sido tantas que finalmente puede llegar a emitir un olor rancio o picado”.
Sanz dice que el aroma de un perfume mal conservado seria igual al de “los vinos cuando se avinagran”.
Ingredientes naturales
Significa que las formulaciones basadas en ingredientes naturales deben conservarse de la misma manera, aunque, “al llevar un mayor número de componentes durante la destilación, las posibles reacciones de oxidación son mayores”
Calidad del perfume
La durabilidad del aroma viene determinada por el diseño y la concentración, es decir, “por una buena distribución de las materias primas dentro de la pirámide olfativa que forma el perfume y por la concentración de los componentes en la fórmula final”, explica la experta.
Los aromas más veraniegos se asocian al frescor y a la transparencia, por lo que “las notas olfativas cítricas, agrestes y fondos cálidos no muy intensos son los más comunes”. El uso de estas esencias para la época estival “probablemente se deba a su relación entre calidad, precio y durabilidad”. Pero conocer las características del perfume más indicado para estos meses “no es posible, ya que calidad y gustos personales van unidos”, reflexiona Sanz.
Según la experta, el sistema olfativo y el gustativo son sentidos químico-sensoriales, ya que ambos convierten las señales químicas en percepción y, en consecuencia, cada usuario experimenta sensaciones distintas.
Añade que ”generalmente, asociamos las notas de mayor calidad a las que nos gustan y nos duran más”
Para las pieles más sensibles (y no alérgicas), recomienda que, antes de adquirir un nuevo perfume, se aplique una pequeña muestra en el antebrazo durante unos días.
“Si no se produce reacción, podría seleccionarse para su uso”.