La lecitina es un componente necesario de cada célula en el cuerpo humano.
Considerado una piedra angular en la construcción de células, lecitina evita el endurecimiento de las membranas celulares.
La protección de las células mantiene de manera integral la resistencia del cuerpo a las enfermedades que atacan a células dañadas. Los fosfolípidos como lecitina se producen en los órganos prinicipales del cuerpo (como el corazón, el hígado y el riñón), pero se puede suplementarlos para aumentar los beneficios.
Además de los beneficios cardiovasculares de la lecitina, hay indicios de que la lecitina ayuda a restaurar los hígados que han sido dañadas, así como el trabajo con las funciones neurológicas, como la memoria para mejorar la eficacia del cerebro.
Dado que la lecitina se compone esencialmente de grasa, que puede actuar como una pared de protección o vaina a través del cuerpo para proteger y reforzar membranas y evitar que la suciedad se pegue perjudicial.
Los pacientes que sufren de aterosclerosis a menudo comienzan un régimen de lecitina en un esfuerzo para revertir los efectos de condiciones.
Como una herramienta para la salud del corazón, la lecitina también trabaja para revertir y prevenir los daños que pudieran derivarse de la enfermedad arterial coronaria. La prevención de colesterol y otras grasas se peguen es una función vital para la salud general de cualquier persona con una predisposición a la enfermedad cardíaca y otras dolencias cardiovasculares.
La lecitina se puede utilizar como una herramienta para ayudar al cuerpo a recuperarse de condiciones o deficiencias previamente identificadas, así como con fines preventivos.
Las personas con antecedentes de cualquier enfermedad neurológica o cardiovascular pueden tomar la lecitina como un suplemento para disminuir las posibilidades de un tema recurrente.
