¿Frío o calor? Esto te debes aplicar en caso de una lesión

Cuando hacemos ejercicio sin la supervisión de un entrenador, es común que lleguemos a lesionarnos en el gimnasio, ya sea por la falta de calentamiento, por levantar más peso del que soportamos, un entrenamiento excesivo, entre otros factores.

Lo importante es identificar cuál es el tipo de lesión que presentamos para saber en qué casos es mejor aplicar frío o calor si nos lesionamos en el gym.

Las lesiones musculares son muy frecuentes, pero no se diagnostican ni se tratan adecuadamente, algunas de las más comunes son:

Contractura: Sucede por un incremento en la tensión del músculo tras un esfuerzo prolongado.

Contusión muscular: Es ocasionada por un agente externo en la parte interior del musculo, lo cual, provoca u edema inflamatorio.

Elongación: Por un sobreestiramiento del músculo que no provoca un gran daño.

La terapia de frío (crioterapia) y calor (termoterapia), es económica y es la opción más rápida para aliviar una lesión muscular. Sin embargo, muchas veces no se tiene claro en qué casos se aplica y terminamos haciendo todo lo contrario prolongando nuestro sufrimiento, ¿te suena conocido?

¿Cuándo debemos aplicar frío? Al presentar una lesión reciente, ya que esta causará inflamación en la zona afectada y el hielo reducirá el flujo sanguíneo para evitar que se produzca una mayor inflamación. Es importante hacerlo durante las primeras 48 a 72 horas que se haya generado la lesión para aliviar el dolor, sobre todo si se trata de esguinces.

Si te lastimaste, enrolla una bolsa de hielo a una toalla y masajea la zona donde presentas la lesión con movimientos circulares durante 20 minutos, repítelo de dos a tres veces al día y notarás que el dolor va a desaparecer en poco tiempo.

¿En qué momento debo aplicar calor? Cuando tu molestia muscular ya es crónica, hay presencia de dolor, pero no inflamación. Por ejemplo, una contractura muscular o el dolor lumbar, la terapia de calor permite la dilatación de los vasos sanguíneos y que llegue suficiente oxígeno para reducir la presión en las articulaciones y el dolor muscular, se aplica después de las 48 horas de presentar una molestia muscular siempre y cuando no exista inflamación.

Si tienes una lesión crónica, puedes planchar una toalla y presionarla en el área donde presentas la molestia, déjala durante 20 o 30 minutos para que mejore tu relajación muscular.

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