Cuando estamos sanos la lengua es rojiza, de color homogéneo y de textura hidratada. Cuando en cambio sufrimos un desequilibrio en algún órgano, éste se manifiesta en forma de cambio de color o textura, o bien con algunas marcas en determinadas zonas de la lengua.
La Medicina Tradicional China nos facilita las claves para interpretar esos cambios y poder prevenir y mejorar algunas enfermedades.
De manera general, si miramos la lengua de frente, el mapa nos muestra:
El color de la lengua
El color de la lengua nos da pistas de los órganos que pueden estar más débiles. Los colores amarillentos apuntan al hígado, la vesícula y el estómago. Cuando más verde sea el color, más señala al hígado.
El color gris, en cambio, se relaciona con el hígado y el intestino.
El color blanco puede significar la presencia de parásitos, anemia, problemas de riñones, hormonales, mala circulación o mala nutrición.
Repasamos algunas marcas específicas que nos ayudarán a ubicar mejor los desequilibrios.
Capa blanca amarillenta
Cuando la lengua tiene toda una capa blanca y/o amarillenta que la recubre, sobre todo en la parte más interior, la persona sufre undesequilibrio en la secreción de bilis por parte de la vesícula biliar, que suele ser la causa principal de problemas digestivos. Todos aquellos restos de alimentos que no han sido digeridos y asimilados pasan a estados de fermentación y putrefacción y se convierten en toxinas.
Marcas de los dientes en los laterales de la lengua
Algunas lenguas tienen unas marcas irregulares en sus laterales como si hubieran sido hechas por las muelas, y a veces la persona también siente la necesidad de expulsar mucosidades blanquecinas. En este caso la digestión no funciona correctamente y los nutrientes no se están absorviendo correctamente en el intestino delgado.
Tiene mucho que ver también con la falta de minerales.
Granitos en la lengua
Los granitos en la lengua son pequeños puntos inflamados que representan también una digestión pobre y la presencia de restos de comida en descomposición en el intestino grueso y delgado.
Grietas en la lengua
Las grietas en la lengua son bastante frecuentes, y parecen cortes de mayor o menor profundidad en diferentes zonas, aunque las más frecuentes son en la zona central.
Significan antiguos problemas en las paredes del colon, que es la parte del intestino que sufre la agresión de los ácidos tóxicos, fruto de una mala digestión. Esto repercute también en una falta de vitaminas. A veces también pueden haber mucosidades en la lengua.
Mucosidades en la garganta y la boca
Las mucosidades que aparecen en la garganta y pueden llegar hasta la boca, y que a menudo pueden causar y empeorar inflamaciones como faringitis, sinusitis, etc., son fruto de una mala digestión que ha generado toxinas que el cuerpo tiene la necesidad de expulsar. Si además tenemos un sabor amargo en la boca esto sucede por la presencia de bilis.
Además, cuando no digerimos bien algunos alimentos y nos causa acidez, eso también genera mucosidad, ya que es la forma que tiene el organismo de proteger las paredes del tubo digestivo, para recubrirlas y que éstas no se irriten.
Llagas en la boca
Las llagas son síntoma de malas digestiones, cuando hay inflamaciones o ulceraciones en alguna parte del tracto gastrointestinal. De hecho, muchas veces aparecen al día siguiente de habernos excedido con la comida.
A veces las marcas aparecen fuera de la boca, en las comisuras, y si se agravan pueden formar incluso molestas costras. Estas marcas son el reflejo de úlceras duodenales causadas por desórdenes digestivos.
Para mejorar los síntomas que nos muestra nuestra lengua debemos empezar por mejorar la alimentación y desintoxicar nuestro organismo para limpiarlo de todas esas toxinas que lo dañan. Si es necesario también tomaremos algún suplemento natural para mejorar nuestra función digestiva.
Finalmente, también nos pueden ayudar los enjuagues de aceite, que realizados diariamente limpian todo nuestro sistema digestivo y especialmente mantienen sana nuestra lengua y nuestra boca en general.