Redacción Internacional.- Una mujer de Courtney Whithorn que desde adolescente se comía las uñas, sin siquera imaginarlo desarrollo cáncer. Su hábito la llevó a sobrellevar un calvario en su vida.
Con solo 21 años, el comerse las uñas le propició desarrollar la enfermedad a pesar que es un hábito muy común en cientos de personas. A la mujer le tuvo que ser amputado un dedo.
Descubrió que algo malo sucedía porque cuando la uña de su pulgar se desprendió y jamás creció de nuevo, después la piel comenzó a tomar un color negro, pero no fue sino hasta el 2018 cuando acudió al doctor para ver lo que sucedía.
Los médicos diagnosticaron a la mujer con melanoma subungueal lentiginoso acral, un cáncer que se desarrolla cuando hay lesiones en la piel, con frecuencia en manos y pies.
Además determinaron que todo inicio cuando por una lesión en el dedo y probablemente haya sido provocada por comerse las uñas.