En los 80, los parques de bolas se popularizaron en todo el mundo occidental: parques infantiles que incluyen un recinto lleno de pelotas de plástico de barios colores donde los niños pueden jugar y ‘sumergirse’ durante horas. Pero ahora, una investigación alerta de los peligros que puede suponer.
La revista American Journal of Infection Control ha publicado un estudio de científicos de la Universidad de North Georgia, en Estados Unidos, en el que se han analizado los gérmenes que se encuentran en los parques de bolas, y los resultados son preocupantes, informa Science Magazine. Los investigadores analizaron seis parques de bolas en el estado de Georgia y hallaron restos de vómitos, heces y orina en las bolas de muestra.
En cada parque se obtuvieron entre 9 y 15 bolas para su análisis, a diferentes profundidades dentro del recinto. En la investigación se encontraron 31 tipos diferentes de bacterias y una levadura que puede provocar enfermedades. En cada bola, dice el estudio, pueden hallarse miles de células, lo que puede suponer un mayor potencial de transmisión de estos organismos y más posibilidad de infección.
Entre las bacterias halladas, destacan el Enterococcus faecalis, que puede causar endocarditis, septicemia, infección urinaria y meningitis; Staphylococcus hominis, que puede causar infecciones del torrente sanguíneo y sepsis; Streptococcus oralis, que puede causar endocarditis, síndrome de dificultad respiratoria en adultos y shock estreptocócico o Acinetobacter Iwofii, que puede causar septicemia, neumonía, meningitis e infecciones urinarias y de la piel.
Los investigadores recomiendan que estos parques de bolas pongan en marcha protocolos de limpieza de las pelotas para proteger a los niños y a los trabajadores de los mismos para prevenir las infecciones.