El corazón es un músculo, y así como se transforman los músculos de su brazo al ejercitarse, el corazón puede aumentar de tamaño al ser sometido a ciertas condiciones. Así que el eventual crecimiento del corazón significa que ha disminuído su capacidad para bombear sangre.
Esta condición recibe el nombre de cardiomegalia. La doctora Mayra Melo, subdirectora médica del Instituto Dominicano de Cardiología (IDC), explica que puede estar determinada por un aumento del grosor músculo cardíaco o la dilatación de las cavidades cardíacas.
Algunas personas pueden nacer con el corazón grande. Sin embargo, muchos otros pacientes desarollan la condición por un estilo de vida poco saludable. Entre las principales causas de agrandamiento del corazón están enfermedades como:
1. Presión alta
2. Enfermedades que afectan el músculo cardíaco, (cardiomiopatías)
3. Enfermedades de la válvula del corazón
4. Arritmias cardíacas
5. Enfermedades de las arterias coronarias (cardiopatía isquémica)
6. Enfermedades de la tiroides
Melo agrega que otros factores pueden contribuir a la aparición de cardiomegalia como la obesidad, el sedentarismo o falta de ejercicio, el estrés, consumo de alcohol, uso de drogas, y otros.
“La cardiomegalia también puede ocurrir en el embarazo, debido a que hay un aumento del trabajo del corazón en éste período y esta condición desaparece después del parto. También puede aparecer en personas sometidas a un sobre-entrenamiento físico durante un largo período de tiempo o en atletas de alto rendimiento, condición conocida como corazón de atleta”, señala.
¿Cuáles son los riesgos? Tener el corazón grande expone al paciente a un mayor riesgo de sufrir eventos cardiovasculares, desarrollar insuficiencia cardíaca, enfermedad cerebrovascular, infarto, angina, arritmias o la muerte súbita.
Por esta razón, el seguimiento médico es vital para estos pacientes. “Luego de ser diagnosticado al paciente, debe tratarse la causa que provocó esta condición, control de la presión arterial”, pero además son importante hacer cambios en el estilo de vida controlando el peso corporal, y otros factores de riesgo como el tabaquismo, sedentarismo, diabetes, y colesterol alto, asegura la especialista.