La leyenda del hilo rojo, dicen los japoneses que todas algún día nos encontraremos con un hombre con el que experimentemos una unión diferente al resto. ¿La razón? Estamos destinados de la misma manera que el dedo meñique y el corazón, que se conectan por una vena sumamente delgada, se enreda pero jamás se rompe. ¿Has sentido alguna vez que estás con la persona equivocada?
¿Cómo surge la leyenda? Según, los textos antiguos los dioses eligen tu destino, desde el nacimiento te atan con un hilo rojo a la persona que vas a conocer. Sin embargo, no se trata de cualquier persona, es alguien que vendrá a ponerte a prueba, que hará que tus emociones tengan un revoloteo. Es un amor del que aprenderás lo que tu alma necesita en esta vida.
Ese alguien puede estar muy cerca o los pueden separar mares, continentes e idiomas. Realmente no importa, porque cuando menos te lo esperes llegará. Ni lo intentes, la llegada de tu hilo rojo no avisa, pero tu corazón te dirá cuando sea el indicado.
Es aquél con el que la atracción va a romper tus límites, son tus sentimientos tomando poder. Pues, no son los cuerpos los que se encuentran, son sus almas. Por más suspiros que inhales con fuerza, el aire se irá, esa sensación de adrenalina te recorrerá de la cabeza a los pies y lo único que querrás es estar en sus brazos.
Lo triste es que la leyenda no te asegura la felicidad eterna. Ya que, cuando se encuentren, de manera inesperada van a separarse. Es decir, no importa cuántos besos, abrazos y caricias vengan a tu vida, no volverás a sentir lo mismo. Sin embargo, el sentimiento por esa persona seguirá igual, aunque pasen 10 años.
Esto no quiere decir que los demás no te amen, ni tú los ames. Es simplemente que con esa persona podrías cerrar los ojos y tomar su mano para recorrer el mundo. Es tu amor, quién sabe si sea el mismo al que llaman ¨amor de la vida¨, pero lo que sí es cierto es que mientras esté lejos de ti, no dejarás de pensarlo y pedir que esté bien.
Así es el camino de la vida, te lo da todo hoy y mañana no existe. Por eso el día que te encuentres con el otro lado de tu hilo rojo.
¡Ámalo! Sí, aunque te tiemble el corazón y tengas miedo, porque su destino está escrito y aunque duela, la idea de quedarse
juntos no siempre es una posibilidad. Será el ¨hola¨ y ¨adiós¨, que te acompañará por el resto de tus días. Ese que te hará suspirar cuando duermas con otro pensando en él.
Fuente: Soy Carmin