El príncipe William se sinceró sobre sus problemas de salud mental. El royal de 36 años, participó de un panel en el Foro Económico Mundial en Davos, Suiza, para hablar sobre esta causa y ayudar a eliminar los prejuicios que existen sobre la enfermedad.
"Creo que finalmente, tenemos una generación que se está dando cuenta de que esto no es normal, deberíamos hablar del tema, tenemos que sacarle el estigma", declaró el duque de Cambridge en su discurso de este miércoles.
"Tenemos que empezar a combatir los prejuicios ahora, así nuestros hijos y nietos no tendrán que pasar por este proceso, y podrán hablar abiertamente de esto".
William reveló las secuelas que sufrió después de un incidente -ocurrido durante el tiempo en que ejerció como piloto de ambulancias de rescate-, al servicio de la Real Fuerza Aérea Británica.
"Todavía se me dificulta mucho hablar de esto", dijo el padre de tres hijos. "Es algo que me pone muy sensible, porque está estrechamente relacionado con mis niños".
El segundo en la línea de sucesión al trono, explicó que muchos miembros de la comunidad médica quedan afectados por las tragedias que presencian a diario en sus trabajos. En su caso personal, el nieto de la reina Isabel II confesó que lo más importante fue "poder entender lo que me estaba pasando y darme cuenta de que estaba latente".
"Creo que si no hubiese estado haciendo lo que hacía, quizás, me hubiese terminado metiendo dentro de mi caparazón pensando: 'Yo puedo lidiar con esto sólo'. Y después potencialmente, a lo largo del tiempo, se manifestaría como una situación aún más grave", declaró añadiendo: "Yo sé que si no hubiese tomado acción en ese momento, definitivamente habría ingresado en terreno resbaladizo, y estaría luchando con una enfermedad mental de otra magnitud".
William reveló anteriormente que después de tener a sus hijos (el príncipe George, de 5 años, la princesa Charlotte, de 3 años, y al príncipe Louis, de 7 meses), volvió a revivir algunos de sus momentos más traumáticos en el trabajo -involucrando a menores lesionados gravemente en accidentes automovilísticos- y que esto lo afectó emocionalmente.
"La relación entre el trabajo y mi vida personal realmente me hizo pasar de la raya y empecé a sentir cosas que jamás había experimentado. Me puse muy triste al recordar a una familia en particular -admitió el esposo de Kate Middleton-.
"Empiezas a quedarte con pedazos del trabajo y te los guardas en el cuerpo -y por supuesto que eso no es algo que quieres compartir con tus seres queridos- porque no quieres llevar ese tipo de cosas a tu hogar", continuó el príncipe. "Así que el único lugar donde puedes hablar del tema es en el trabajo, y si ahí no tienes las herramientas correctas -ni el ambiente adecuado para hacerlo- el problema se puede salir de control y agravarse", concluyó William.