5 errores comunes que impiden bajar de peso. ¡Chau, dietas!


Alcanzar el objetivo propuesto frente a la balanza, muchas veces no implica redoblar esfuerzos y sacrificios. La clave puede estar en cambiar los hábitos y desterrar algunas falsas creencias.

Te contamos algunas de las más habituales.

1. Buscar soluciones mágicas

Las pastillas o batidos presentados como naturales u homeopáticos y tan frecuentemente ofrecidos pueden tratarse en realidad de supresores del apetito (anorexígenos) que, junto a la pérdida de peso, generarán irritabilidad, problemas de memoria y arritmias. Además, cuando por estas mismas cuestiones, la persona decide suspender el tratamiento, el efecto rebote es muy notorio. También puede suceder que causen un desgaste del funcionamiento de los riñones, intestinos y en la glándula tiroidea.

2. Sobreestimar el gasto de energía debido a la actividad física

Hay quienes piensan que en una clase de una hora de zumba, crossfit, gimnasia funcional u otras actividad física similar se queman alrededor de 800 calorías. Ese cálculo lleva a deducir que, entonces, se puede “comer de todo” porque queda compensado con el gimnasio. La realidad es que con una rutina recreativa, de tres o cuatro horas semanales, es muy bajo el gasto energético y tampoco puede determinarse con exactitud, porque depende de muchos factores. De todas formas, ¡a no desmotivarse! El gimnasio trae beneficios inigualables para la salud y la estética.

3. No registrar las calorías de las bebidas

Salvo el agua, el té natural y las gaseosas zero, el resto de las bebidas contiene un alto valor calórico. Las opciones que están en la mira: los jugos de frutas exprimidos de bares o restaurantes o los industrializados, las gaseosas regulares, los cafés de cadenas reconocidas, algunos jugos que dicen llamarse “detox” y, por supuesto, el alcohol y las bebidas que lo acompañan este alcohol (como el jugo y las gaseosas).

4. Hacer un paréntesis cada fin de semana

Puede sonar conocido: el viernes tipo 20 dejamos de lado los hábitos saludables y damos rienda libre hasta el domingo a los permitidos. La flexibilidad es un requisito fundamental para encarar un programa para bajar de peso. Pero también hay que aprender a “dejar pasar algún tren” y hacer esfuerzos para conseguir las metas propuestas. El secreto es encontrar un equilibrio y una lógica posible de mantener todos los días, no solo de lunes a viernes.

5. Buscar resultados rápidos

Es impensado pretender desterrar en diez días malos hábitos instalados desde hace años. El camino para un estilo de vida más saludable puede ser largo y requiere de muchos pequeños pasos. Durante ese trayecto, la idea es no frustrarse y disfrutar del recorrido.

Fuente: Clarín

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