El nuevo estudio proporciona evidencia física de un déficit emocional común para los delincuentes psicopáticos, afirman científicos. Los ojos de los psicópatas tienen una reacción inusual a las imágenes de cosas desagradables, como cuerpos mutilados, revela un nuevo estudio realizado por investigadores de las universidades de Cardiff y Swansea, (Gales, Reino Unido).
De acuerdo con un informe, publicado este martes en la página web de la Universidad de Cardiff, los científicos examinaron el efecto que tienen las imágenes desagradables en los delincuentes psicópatas y en los que no lo son. Los resultados han demostrado que los ojos de los delincuentes psicopáticos no mostraron agrandamiento de las pupilas, mientras que las de los miembros del otro grupo sí lo hicieron, lo que representa una reacción natural.
"Nuestros hallazgos proporcionan evidencia física de un déficit emocional común para los delincuentes psicopáticos", explica el autor principal del estudio, Dan Burley, de la Escuela de Psicología de la Universidad de Cardiff.
"La pupila generalmente se dilata cuando una imagen nos conmueve o nos asusta. El hecho de que esta respuesta fisiológica normal a la amenaza se reduzca en los delincuentes psicopáticos nos proporciona un marcador físico obvio para esta condición", afirmó el científico.
La profesora Nicola Gray, psicóloga clínica y forense de la Universidad de Swansea, que supervisó el proyecto, por su parte, agregó que esta "es una de las primeras veces que tenemos evidencia objetiva, fisiológica, de un déficit emocional que apuntala el comportamiento ofensivo de los delincuentes psicopáticos que no depende de métodos invasivos o equipos costosos".
"Esperamos poder desarrollar esta metodología para ayudar con la evaluación clínica y la intervención en poblaciones de delincuentes".
Mientras tanto, los ojos de los agresores psicopáticos mostraron una respuesta normal a las imágenes positivas, como cachorros o parejas felices, señalan los investigadores. Esto demuestra que la psicopatía no se asocia con una dificultad general para responder a la emoción, sino con una insensibilidad específica a la información amenazadora.