(Reuters)
Johnson & Johnson supo durante décadas que su talco y algunos polvos daban positivo en las pruebas de asbesto o amianto, y aunque los médicos, los abogados y los ejecutivos de la compañía se molestaban con los hallazgos, nunca alertaron a los consumidores ni a los reguladores, de acuerdo con una investigación de la agencia Reuters publicada el viernes.
La Organización Mundial de la Salud dice que la más mínima exposición a asbesto puede provocar potencialmente cáncer. Hasta hace poco, la Sociedad Estadounidense de Cáncer respaldaba la posición de Johnson & Johnson diciendo que todos los talcos producidos en Estados Unidos desde 1970 estaban libres de asbesto, pero la institución cambió el enunciado a principios de este mes, después que recibió preguntas de Reuters.
1972 En una nota de laboratorio, un profesor de la Universidad de Minnesota registró un hallazgo de “asbesto incontrovertible” en una muestra de talco de J&J Shower to Shower. Reuters
Las acciones de Johnson & Johnson en la Bolsa de Valores cayeron al difundirse los resultados de la investigación, hecha a partir de documentos internos, notas confidenciales y declaraciones jurídicas que la firma se vio obligada a compartir con abogados de casi 12.000 demandantes, entre ellas miles de mujeres víctimas de cáncer de ovario.
El reporte hizo caer las acciones de la compañía en la Bolsa de Valores y perdió USD 39.8 mil millones en valor de mercado
Johnson & Johnson, indica Reuters, logró evitar que los reguladores redujeran los límites de asbesto legales en talcos cosméticos, y también estudios médicos sobre sus efectos en la salud.
En fechas tan tempranas como los años comprendidos entre 1972 y 1975, tres pruebas hechas en otros tantos laboratorios encontraron asbesto en su talco, y en uno de los casos los niveles eran "bastante altos".
Aun así, concluye Reuters, J&J no le dijo nada a la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos, FDA por sus siglas en inglés.
Más de 20 años después, la compañía siguió ocultando esa información en casos como el que abre el extenso reportaje investigativo: Darlene Coker, una mujer de Texas que en 1999 sabía que estaba muriéndose, pero no sabía por qué.
La falta de pruebas en 1999 obligó a la demandante Darlene Corker a retirar a Johnson & Johnson de su pleito legal, como muestra este documento
Para averiguarlo contrató a un abogado especialista en daños personales, Herschel Hobson, quien acusó a Johnson & Johnson y nunca pudo demostrar fehacientemente su culpabilidad.
"Si eres el acusador, sobre ti recae el peso de la presentación de pruebas, y no las teníamos", le dijo Hobson a Reuters.
En julio, al cabo de un juicio de seis semanas, un jurado de San Luis le concedió 4.690 millones en daños y perjuicios a 22 mujeres porque los niveles de asbesto presentes en el talco de J&J habían contribuido a que padecieran cáncer de ovario.
Antes la compañía, con sede en Nueva Jersey, había ganado casos similares, y esta vez está apelando la decisión.
"El artículo de Reuters es unilateral, falso y difamatorio. En pocas palabras, la historia de Reuters es una teoría absurda de conspiración […] El consenso científico es que el talco utilizado en los polvos corporales no causa cáncer, independientemente de lo que contenga ese talco.
Esto es cierto incluso si, que en este caso no lo es, el talco cosmético de Johnson & Johnson alguna vez hubiese contenido cantidades diminutas e indetectables de asbesto", se refirió Johnson & Johnson en un comunicado desmintiendo las pruebas citadas en el artículo de la agencia de noticias.
Los datos citados por el artículo de Reuters apuntan a resultados "atípicos", según el abogado del gigante farmacéutico y afirmó que estos documentos hacen referencia a productos de talco del tipo industrial.