Los quistes óseos pueden producir complicaciones serias para la salud

¿Qué son los quistes óseos?
Quiste óseo en una vértebra
Quiste óseo en una vértebraLos quistes óseos se podrían definir como los quistes que aparecen en los huesos, aunque la pared del quiste óseo está formada por tejido óseo, que es un tipo de tejido conjuntivo, y no por tejido epitelial, por lo que se definen más exactamente como pseudoquistes formados por cavidades o huecos en el tejido óseo llenos de líquido.

Las causas parecen ser múltiples, aunque no se conocen con exactitud.

Los quistes óseos pequeños y poco numerosos pueden ser asintomáticos, pero a medida que aumentan de tamaño y número pueden producir complicaciones serias y hacer los huesos muy frágiles.

Tipos de quistes óseos
Existen varios tipos de quistes óseos, los tres tipos habituales son:

Quiste óseo unicameral
Quiste óseo aneurismático
Quiste óseo traumático
Otros tipos incluyen el quiste óseo yuxtaarticular, el quiste epidermoide, los quistes calcáneos o los quistes subcondrales de la artrosis.

Quiste óseo unicameral
También llamado quiste óseo simple, solitario, esencial o quiste óseo benigno, es un quiste óseo que a nivel macroscópico tiene apariencia unilocular, con una sola bolsa o cámara, aunque internamente pueden aparecer numerosos tabiques óseo incompletos.

 
La pared del quiste está formada por tejido óseo laxo con muestras de hemorragia y presencia de osteoclastos. Las muestras de hemorragia pueden ser antiguas. Entre las causas posibles están los hematomas traumáticos, necrosis por embolia o trombosis, o el signo de un tumor curado.

Puede aparecer en cualquier parte del cuerpo, pero es especialmente habitual en el fémur y otros huesos largos. Es más habitual en edad infantil y afecta más a niños que a niñas. El tratamiento consiste en el drenaje y legrado del interior del quiste y relleno de virutas de tejido óseo para estimular la osificación.

Quiste óseo aneurismático
Quiste óseo aneurismático (micrografía)
Micrografía de un quiste óseo aneurismático
El quiste óseo aneurismático tiene un nombre muy confuso, pues no se debe a un aneurisma y, como el resto de quistes óseos, no es un quiste verdadero sino un pseudoquiste. Se caracteriza por un tejido óseo poroso con numerosos huecos, similar a una esponja, rellenos de sangre u de suero sanguíneo.

El quiste óseo aneurismático se forma en un proceso osteolítico expansivo que elimina hueso y deja en su lugar cavidades de tamaño y número variable separadas entre sí por tabiques de tejido conectivo. En estos tabiques se pueden encontrar osteoide (matriz orgánica sin mineralizar del hueso) y osteoclastos (células encargadas de la resorción ósea).

Este tipo de quiste óseo se da sobre todo por debajo de los 30 años y afecta por igual a hombres y mujeres. Suelen aparecer en la metáfisis de los huesos largos (entre la zona central y los extremos) y en las vértebras, aunque también existen casos en otros huesos y localizaciones.

Las causas pueden ser múltiples y no se conocen con exactitud. Durante mucho tiempo se estuvo sugiriendo que el quiste óseo aneurismático se debía a un aumento presión venosa hasta romper la red de vasos en la red vascular del hueso, aunque diversos estudios (Panoutsakopoulus et al. y Oliveira et al.) lo han vinculado fuertemente con procesos neoplásicos y la formación fístulas arteriovenosas (conexiones anormales arterias-venas).

 
La neoplasia más frecuentemente asociada al quiste óseo aneurismático es el tumor de células gigantes. También puede aparecer de forma secundaria a condroblastoma, fibroma condromixoide, osteoblastoma, displasia fibrosa ósea, o a tumores malignos como el osteosarcoma, condrosarcoma y hemangioendotelioma.

El tratamiento se puede afrontar desde varias vías, incluyendo el curetaje e injertos óseos con o sin terapias coadyuvantes como la crioterapia, escleroterapia o la embolización arterial selectiva.

Quiste óseo traumático
El quiste óseo traumático o quiste óseo hemorrágico es un quiste óseo unilocular, tanto a nivel macroscópico como interno, que aparece de forma espontánea en los huesos de la mandíbula y maxilar. También puede afectar, aunque menos, a huesos largos. Aparece sobre todo en pacientes jóvenes y muy poco en adultos.

También se conoce como quiste óseo simple, aunque este término es menos utilizado por su posible confusión con el quiste óseo unicameral. A diferencia del quiste óseo unicameral, el quiste óseo traumático consta de una única cámara verdadera sin tabiques internos; la pared, aunque irregular, determina unos límites del quiste bien definidos.

Como ocurre con los demás quistes óseos, no se conocen con exactitud las causas que lo producen, aunque la hipótesis más aceptada es que aparecen tras un traumatismo y una resolución defectuosa de una hemorragia en la médula del hueso.

Otras hipótesis sugieren que el quiste óseo traumático podría aparecer por degeneración quística de tumores previos, por necrosis de la médula durante períodos de crecimiento, por infecciones crónicas o por alteraciones locales de la circulación sanguínea o del metabolismo óseo que produzcan procesos de osteolisis.

 Referencias: Pediatric Orthopedics in Practice. Springer. 2007. pp. 151–155. ISBN 9783540699644.
Caviglia, S.I.. (2013). Quiste óseo traumático: descripción y resolución de un caso clínico. Revista ADM 70(2):98-102.

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