Los estudios apuntan a que cenamos demasiado tarde y eso tiene consecuencias para nuestra alimentación y nuestro descanso nocturno. Así que según los expertos, la mejor hora para cenar es entre las 18 y las 18:30 horas.
Algunos nutricionistas relacionan las cenas tardías con la obesidad. Al comer más tarde, gastamos menos calorías y la digestión resultará más lenta.
En ningún caso se debe cenar menos de 3 horas antes de ir a dormir. Según los dietistas, es importante adoptar el sistema europeo y no cenar después de las 20:00 horas.
El problema surge cuando, para muchos, la jornada acaba en torno a las 20 o 21 horas. Mientras llegas a casa y preparas algo, cenas muy tarde.
Se necesita un cambio de mentalidad para estar en salud.
¿Qué alimentos incorporar a nuestra cena?
• Lo mejor son alimentos como pescado azul -rico en Omega 3-, huevos o pechuga de pollo. Alimentos que contienen triptófano como leche, yogures, cerezas y frutos secos, que generan melatonina es la hormona que ayuda a conciliar el sueño.
• Ensaladas de vegetales y frutas también son recomendables.
• Tienes que evitar la comida basura, que tiene un gran aporte de calorías. Olvidarnos de los fritos y de las carnes rojas para evitar el insomnio y la mala digestión.
• Debemos tener en cuenta que el metabolismo se ralentiza y la actividad física desciende.
• Controla los hidratos de carbono en la pasta, pizza, arroz y patatas. Éstos deben ingerirse al mediodía, para quemar las calorías que aportan y utilizar la energía que aportan a nuestro organismo.
• Evita el alcohol.
Ten en cuenta la merienda para llegar a la cena con menos hambre. Puedes optar por un bocadillo de pan integral, queso fresco, yogur o alguna pieza de fruta.
Trata de mantener un horario para cenar, te ayudará a mejorar la digestión y evitar hipoglucemias nocturnas o matutinas. Es importante mantener una rutina con los horarios de las comidas para mantener un equilibrio nutricional.
¡Tómate tu tiempo para hacerlo tranquilo, disfrutando de los alimentos!