¿Sientes dolores por todo el cuerpo o en ciertas zonas más específicamente? ¿Te sientes fatigada, cansada, con mucha falta de energía la mayoría de las veces? ¿Te es difícil ser más productiva hoy en día por la misma razón? ¿Padeces de problemas digestivos?
¿Tienes niebla cerebral? ¿Te es difícil recordar cosas o mantenerte enfocada en tu trabajo? ¿De pronto te llega de improviso el señor y la señora desaliento y ansiedad? ¿Sobrellevas estos y otros síntomas más que no sabes explicar? Pues bueno, te digo: quizás estés padeciendo la hoy en día, un poco más reconocida enfermedad de la fibromialgia.
Soy Tay Cuéllar, y es la primera vez que hablaré de mi experiencia personal con la fibromialgia en la plataforma en que he dedicado los últimos 5 años de mi vida escribir sobre la misma. Esta es mi propia historia, una breve semblanza de lo que me ocurre y espero ser un parteaguas para muchos en busca de respuestas.
Mi experiencia con la fibromialgia, seguro te identificarás
“¡¿Fibroqué…?!”
¡Si habré escuchado esta exclamación durante años! Pues sí, si ya te la han diagnosticado, sabrás a qué me refiero con la fibro “eso”, si aún no, ¡bingo! quizás acabas de llegar al meollo de ese asunto que te ha traído loca por quizás años.
Y es que, sí, pudo haberte tomado años, como a mí, llegar a saber qué es lo que te sucede, o más bien, al menos saber el nombre de lo que te sucede.
Aun así, si te identificaste con esto por los dolores, deberás saber que, la fibromialgia, no sólo es dolor en todo el cuerpo y más específicamente en ciertos puntos o “puntos gatillo” como les nombran médicamente (en mi caso esos puntos gatillo no los tengo manifestados), sino todo un conjunto de cosas que casi siempre te mantendrán confundida como para poder llegar a un diagnostico final. Hasta que vas conociendo un poco más y todo empieza a hacer sentido.
Te hablaré un poquito de cómo ha sido mi viaje personal con la fibromialgia, y cómo es que me considero una sobreviviente, por decirlo así. Espero que abra algunas puertas en ti y empieces tu camino hacia tu recuperación.
La fibromialgia es controlable
Lo siguiente que te diré quizás te dará esperanzas si padeces de fibromialgia: ¿me creerás si te digo que después de 11 años de padecerla, no tomo ni un sólo medicamento rigurosamente? Sí, porque, aunque la fibromialgia no se cura, sí es posible mantenerla controlada. Así que, ahí te va uno de los puntos clave de esta aventura llamada fibromialgia y con ello, la esperanza número uno: es controlable.
Ahora, primero que todo entendamos etimológicamente la palabra fibromialgia, que significa: dolor en los músculos. Sin embargo, el dolor está en realidad en todo el tejido musculoesquelético del cuerpo (1), y más en algunos lados que en otros. ¿Te identificas?
Inflamación, punto clave en la fibromialgia
Pero, deberás saber que, sentirse fatigada, adormilada y sin energía a la par con los dolores, es por el hecho que existe inflamación en el cuerpo, que causa dolor, que causa fatiga. Así es que, aunque todos los síntomas son una cosa que te lleva a la otra y todos son fundamentales para ir hacia el origen de la enfermedad, todos los síntomas son producto de una inflamación y con esta palabra ya tienes dos puntos clave para entenderla mejor.
Eso fue lo primero que descubrí más específicamente: mi dolor es inflamación. Pero ¿cómo es que mi cuerpo siempre estaba inflamado? ¿A qué horas empezó a comportarse de esa manera? La verdad es que parece ser que, las personas que manifestamos este tipo de padecimientos, ya tenemos esa “huella genética”, como que estamos predispuestas para eso.
Es como otros que la podrán tener para la diabetes, la alta presión, la obesidad, el cáncer, etc. Sin embargo, aunque la fibromialgia en nosotros que tenemos esa huella está latente, no es regla que siempre tenga que manifestarse. Eso yo lo he entendido a través de mis propias investigaciones en donde también llegué a un punto interesante y clave: los problemas digestivos juegan otro papel muy importante en la inflamación (2).
Problemas digestivos, origen de la fibromialgia
Cada vez son más las investigaciones que apuntan a que la fibromialgia (y no sólo la fibromialgia, sino todas las enfermedades) tiene una relación con un sistema digestivo que no funciona adecuadamente. Según mi experiencia puedo decir que definitivamente juega un papel importante para el control de mis síntomas, que mi intestino esté funcionando adecuadamente.
Cuando se desataron los dolores en mi cuerpo, a su vez empecé con problemas intestinales que se volvieron crónicos, ¿te empieza a hacer sentido más todo esto? Y aunque la digestión necesita un apartado especial cuando se va a hablar de la fibromialgia, sólo ten en cuenta esto: una de las razones por las que no he llegado a tomar medicamentos, es porque empecé a cuidar mi digestión cuando detecté los problemas que derivaron de su mal funcionamiento.
Ahora, te preguntarás porqué empecé a tener problemas digestivos. Mis problemas digestivos empezaron a ser crónicos cuando pasé por la siguiente palabra clave dentro de las cosas a considerar holísticamente para tu recuperación, y es el estrés. Sufrí de un episodio de estrés crónico.
El estrés como causante de la fibromialgia
Casi siempre los dolores se desatan de manera espontánea en las personas que los sufrimos con esta enfermedad. Casi todos los médicos que han tratado con pacientes así ven una constante en sus pacientes de que, “de pronto me vinieron los dolores y de ahí no han cesado, doctor”. Y muchas historias coinciden en que empezaron después de un episodio, digamos, traumático.
Para que se manifieste la fibromialgia de una manera significativa, quizás el cuerpo debió haber pasado por mucho estrés, de tal manera que, eso, comprometió el sistema inmune que activó la enfermedad. Al decir estrés, no sólo me refiero al estrés emocional sino a un estrés que produce por ejemplo una mala dieta, malos hábitos de sueño, mucho trabajo, etc. aunque, obviamente hay tipos de estrés a tipos de estrés.
Todos sufrimos de estrés de alguna manera u otra, pero, si el estrés es del tipo angustioso derivado del miedo y una preocupación perpetua y angustiante, que dura semanas, meses o años, es diferente. La hormona del estrés, llamada cortisol, se volverá demasiado dañina y más para una persona con la predisposición a la fibromialgia.
En mi caso fue un estrés emocional muy fuerte lo que desató mi enfermedad, sin duda alguna que, cuando esas aguas cesaron su turbulencia en ese momento de mi vida, ciertos dolores empezaron de un día para otro a manifestarse en mi cuerpo. Y de ahí por 11 años han ido aumentando progresivamente. Ya he mencionado algunos de los síntomas más presentes, pero el dolor es el principal.
Cuando supe de varias fuentes que, a la fibromialgia comúnmente le antecede un episodio de mucho estrés emocional (3), fue como que se aclararon muchas cosas para mí. Ya tenía al menos esa noción de que la “culpa” la había tenido haber comprometido a mi cuerpo de esa manera, pero yo no sabía que eso podía desatarla, aunque si lo supiera, quizás hubiera pasado por el mismo estrés, porque yo nunca imaginé que a mí me podía suceder eso.
Ahora, con esta información, cuando veo que alguien está pasando por una transición parecida a la que yo tuve, le animo a que encuentre el balance para evitar que una enfermedad crónica se desate. La fibromialgia es sólo una enfermedad de muchas que pueden manifestarse detrás de un cuadro de estrés crónico. El balance emocional es pues, otro punto clave si quieres aprender a controlar tu fibro. Es decir, buscar las maneras de encontrar que no te afecten demasiado los desafíos del día a día en tu vida.
La fibromialgia es una enfermedad que, no es que sea nueva, seguro en el pasado muchas mujeres la habrán padecido, lo que pasas es que, desafortunadamente nunca consiguieron un diagnóstico certero para ellas. Un hecho seguro es que no había tantos casos como hoy en día que es una enfermedad cada vez más al alza (4) y por eso, hoy por hoy con más información para tratarla, así es que sólo es cuestión de ponerse bien las pilas para dar con el conocimiento que te ayudará a sobrellevar tus propios síntomas.
¿Influirá mucho el estilo de vida tan acelerado y loco que tenemos para que esta enfermedad exista cada vez más? ¿Influirán también los tóxicos que cada vez se encuentran más en el medio ambiente y en los alimentos para acentuarla aún más? ¿Influirá la incapacidad de sobrellevar un ritmo de vida cada vez más acelerado en nuestros días? De hecho, se menciona en muchas investigaciones y estudios que sí, pero definitivamente el estrés emocional es un factor principal, y cómo manejarás el estrés de aquí en más será vital para tu recuperación.
Te digo, llegar a descubrir que algo desencadenó lo que te pasa, puede ser de gran ayuda para ti que buscas respuestas. En mi caso, hago énfasis que ciertamente fue un episodio de mucha angustia lo que me produjo desolación, miedo, desesperanza, tristeza, y ataques de pánico y lo que causó esta revolución que, hoy en día, aún sigo aprendiendo a llegar a acuerdos con ella.
Y gracias a esos acuerdos y conocimiento sobre lo que es y cómo actúa especialmente en mi cuerpo, es que aún no he tenido la necesidad de tomar medicamentos para todo lo que nos dicta el sistema médico que tendríamos que estar tomando. Aprendí a llevar esto de manera integral.
Tratamiento holístico o medicina funcional
El tema fibromialgia da para mucho, ¿no? ¡Y es que afecta cada parte de tu vida! Yo sólo puedo resumirte que, si estás en una búsqueda para tratar tu padecimiento, debes buscar un tratamiento que sea de forma holística, porque es así únicamente como se puede controlar mejor. Ya te di algunas palabras clave en mi testimonio.
La medicina funcional es hoy en día una esperanza para todas las y los que padecemos la fibromialgia, y no sólo esta enfermedad, sino otras enfermedades autoinmunes. La fibromialgia no es una enfermedad autoinmune, pero sí es considerada una enfermedad con ese espectro que puede derivar a una autoinmune si no se controla suficientemente bien. Un tratamiento integral es clave para conseguir un balance en tus síntomas, porque sabes muy bien que, es un conjunto de cosas lo que forman tu malestar habitual.
Saca tu dolor propositivamente
Hablar tu experiencia de forma pro-positiva es clave para avanzar en tu bienestar. Es clave ver a esta experiencia de dolor, como una oportunidad para sanar algo en ti de manera interna. El dolor físico, nos dice mucho sobre cómo procesamos a nivel mental el dolor emocional. Así es que hablar de esto de otra forma que no sea más que propositivamente, te ayudará mucho en tu camino hacia lidiar con los dolores de una manera más eficaz.
¿Qué has descubierto de tu “fibro”? ¿Has llegado a acuerdos con ella para que no te moleste tanto? ¿Qué te funciona en tu día a día? ¿Has llegado a prescindir de medicamentos? ¡Comparte tu experiencia con todos!
(1) Fundación Española de Reumatología
(2) Sitio Médico
(3) Scielo
(4) Webconsultas