La maravillosa historia del gorilla Koko, que adoptó gatitos

 

La naturaleza nos deja sorprendidos una y otra vez. Es de esperar que los seres humanos realicemos actos de generosidad y amor desinteresados. Pero sin duda, los animales nos dan una lección aplastante al respecto. Descubre aquí la maravillosa historia de Koko, un gorila que adoptó gatitos bebé.

Koko: Una gorila muy inteligente

Koko ha demostrado desde siempre estar dotada de una gran capacidad de comprensión. A través del lenguaje de señas, Koko se comunicaba con sus cuidadores. Sabiendo jugar con muñecas, a las cuales las llamaba bebés.

Su intenso deseo por ser madre se reflejaba en los cuidados prodigados que daba a estos seres sin vida. Lamentablemente, Koko no tuvo la oportunidad de ser madre, y una reciente noticia, nos informó que Koko dejó de existir a sus 46 años de edad, el día 19 de junio de 2018.

El regalo de su aniversario 44

Para sorprender a este cariñoso gorila hembra, durante su cumpleaños número 44, los cuidadores decidieron hacerle un regalo. En una caja estaban cuidadosamente colocados unos cuantos gatitos preciosos.

Koko expresó su más grande alegría a través de sus manos al ver lo que contenía su regalo. Le permitieron decidir con cuál quedarse, y esta seleccionó un bello ejemplar de pelaje gris.

Sin embargo, un pequeño gatito más oscuro escapó de la caja y se acercó a Koko. Los cuidadores no pudieron negarse a permitir que ambos se quedaran. A pesar de poseer extremidades muy grandes, toma a los pequeños mininos con delicadeza. Los cuida igual que solía hacer con sus muñecas, e incluso con más dedicación.

Escogió las palabras “gato” e “hijo” para designar a los gatitos, que estuvieron bajo su cuidado. Una historia que estruja el corazón de más de uno.

Koko y su historia en la fundación

Cabe destacar que este gorila residió en The Gorilla Foundation, ubicado en California, Estados Unidos. Desde allí, sus cuidadores se aseguraron de que no le faltara lo que necesitaba para sobrevivir.

Le enseñaron el lenguaje básico de señas al percatarse de su inteligencia y rapidez de comprensión. Esto les permitió estrechar lazos de afinidad con este simpático gorilla sin precedentes.

Koko llegó a la fundación de 6 meses de nacida, su cuidadora la salvó de una enfermedad grave que tenía. Lamentablemente, esa enfermedad le impidió procrear durante la etapa en que podía hacerlo. A pesar de eso, Koko siempre tuvo un instinto maternal muy marcado. Por eso, se le proporcionaban muchos juguetes y peluches, pero no era suficiente.

Se decidió que era conveniente adoptar una pequeña mascota. Así que en 1985, ya se le había regalado un gatito. Luego de un tiempo, durante un descuido, el pequeño escapó y fue atropellado.

A pesar de que ya habían pasado muchos años, Koko seguía sintiendo la necesidad de cuidar a alguien más. Se lo expresaba con señas a su cuidadora cada vez que esta la visitaba.

Por ese motivo, los cuidadores de la fundación quisieron sorprenderla para su cumpleaños. Eso sí, se prometieron ser más cuidadosos esta vez, para que no ocurra otro accidente. Esto ha llenado el corazón de Koko, que por fin pudo ser madre otra vez.

Una despedida dolorosa

Koko, el gorila que dominó el lenguaje de señas y le mostró al mundo lo que los grandes simios pueden hacer, enseñando lecciones de amor y una inteligencia abrumadora, nos ha dejado.

Murió el martes mientras dormía a los 46 años, dijo The Gorilla Foundation en un comunicado.

“Koko tocó la vida de millones como embajador de todos los gorilas y un icono para la comunicación y empatía entre especies”, dijo el comunicado. “Ella fue amada y será profundamente extrañada“.

Sin dudas una lección de amor la que esta gorila nos ha dejado tras su partida, una lamentable noticia que podemos afrontar teniendo presente que ha podido experimentar la vida aportando grandes enseñanzas y dejando a más de uno emocionado.

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