La Asociación Estadounidense de Vírgenes Consagradas emitió un comunicado en el que afirma estar "profundamente decepcionada" por las nuevas reglas.
El Vaticano presentó un documento con una serie de instrucciones alrededor del "ordenamiento de vírgenes", es decir, la consagración de mujeres que renuncian al matrimonio y eligen vivir una vida de castidad pero sin consagrarse como monjas.
Allí, sorprendió la cláusula que estipula que la virginidad física no es esencial para que una mujer se convierta en virgen consagrada.
"Haber mantenido su cuerpo en continencia perfecta o haber practicado la virtud de la castidad de manera ejemplar, aunque de gran importancia en cuanto al discernimiento, no son prerrequisitos esenciales", especifica el texto.
La instrucción estaba destinada a aclarar algunas prácticas relacionadas con las "vírgenes consagradas", mujeres que toman la decisión de vivir en estado de castidad perpetua, para servir al Reino de Dios.
Se estima que hay en el mundo unas 5.000 "Novias de Cristo" que viven en 42 países y que se encuentran en estado de shock luego de que el Vaticano sugirió en un documento que la virginidad literal no es pre requisito para su consagración.
Son mujeres solteras que ofrecen su virginidad física como un regalo a Jesús, y dedican su tiempo a penitencia, obras de misericordia y oración, pero a diferencia de las monjas, ellas no viven en comunidades cerradas ni visten ropas especiales.
Este grupo de mujeres se visten de novias para la ceremonia de consagración, en la que juran virginidad perpetua.
Tras conocer la noticia, la Asociación Estadounidense de Vírgenes Consagradas emitió un comunicado en el que afirma estar "profundamente decepcionada" por las nuevas reglas dispuestas por el Vaticano en la Ecclesiae Sponsae Imago.
En particular, manifestaron su indignación con la sección 88. "La llamada a dar testimonio del amor virginal, esponsal y fecundo de la Iglesia a Cristo, no se reduce al signo de la integridad física (…) Haber guardado el cuerpo en perfecta continencia o haber vivido ejemplarmente la virtud de la castidad, aunque es de gran importancia en orden al discernimiento, no constituye requisito determinante en ausencia del cual sea imposible admitir a la consagración".
"Es impactante escuchar de la Madre Iglesia que la virginidad física puede ya no ser considerado un pre requisito esencial para la consagración a una vida de virginidad", agregó el comunicado.