El azúcar está en todas partes. El dulzor en el paladar es un gusto generalizado y masificado que disfrutan millones de personas en todo el mundo, en distintas presentaciones, cantidades y dosis.
Pero que esté en todas partes y que genere una deliciosa sensación de placer no es sinónimo de que todo está bien.
Investigadores de la Universidad de Princeton aseguran que el azúcar es capaz de generar cambios en el comportamiento, así como en los niveles de neuroquímicos, especialmente en la dopamina y los opioides asociados al placer y la adicción.
En ese sentido, el azúcar es un problema, pues puede afectar tu salud.
Mejora la salud digestiva
El azúcar causa estreñimiento y desórdenes en el metabolismo.
Al disminuir su consumo ayudarás a tu aparato digestivo a procesar mejor todos los alimentos.
Mantienes un peso equilibrado
El azúcar contiene altos niveles de grasa, carbohidratos y calorías, por lo que es es uno de los causantes más importantes del sobrepeso. Eliminarlo de tu dieta te ayudará a reducir grasa y notarás los resultados en aproximadamente un mes.
El azúcar es el alimento de las células cancerígenas. Un estudio de la Universidad Rey Juan Carlos declara que los azúcares en el intestino provocan la creación de una hormona llamada GIP, la cual aumenta los niveles de insulina que se desarrollan en el páncreas, lo que aumenta la susceptibilidad a que se formen células cancerosas.
ELIMINARLO AYUDA A REDUCIR EL ASMA Y ALERGIAS
El azúcar es una de las razones de la inflamación crónica, pues reduce la capacidad de nuestro sistema inmunitario para combatir los resfriados.
Comer 100 gramos de azúcar reduce hasta en 50 % la capacidad de los glóbulos blancos para matar bacterias y este efecto podría durar hasta 5 horas. Eliminarlo de nuestras dietas también ayuda a reducir los síntomas de asma y alergias.
Facilita que se te pegue el colesterol
El exceso de azúcares aumenta el riesgo de padecer enfermedades cardiacas, pues una vez que entra al torrente sanguíneose convierte en triglicéridos, los cuales causan daños en los vasos.
De igual forma afecta las paredes de venas y arterias, lo que provoca que se pegue fácilmente el colesterol, creando placas que impiden el libre flujo de la sangre a través de ellas. Este proceso aumenta el riesgo de alguna enfermedad cardíaca y es el principal causante de infartos.
Cuidas tu hígado
Un hígado dañado se debe a cantidades excesivas de fructosa y glucosa, lo que causa un efecto tóxico muy similar al del alcohol.
La fructosa es muy difícil de ser metabolizada por el hígado. Lo recomendable es acudir al médico para que te recete una limpieza hepática periódicamente y así evitar riesgos de problemas en el hígado causados por el consumo de azúcar.
Fuente: culturacolectiva