Posiblemente el órgano peor tratado de la historia de la Medicina, desplazado en los tratados médicos y en la cultura popular durante siglos, y relegado injustamente a un mero ‘botón’ preliminar de las relaciones sexuales, el clítoris trata ahora de recuperar su estatus como órgano central del placer sexual de la mujer.
Darle al clítoris el lugar que merece, y divulgar acerca de este órgano tan maltratado históricamente es el objetivo de Entre mis labios, mi clítoris: confidencias de un óirgano misterioso, de Alexandra Hubin y Caroline Michel. Este libro hace un repaso de los primeros avances en anatomía del clítoris, y cómo este experimentó avances y retrocesos hasta situarse donde debe estar, en el centro del placer femenino.
No obstante, han tenido que pasar siglos para ello. Aunque es mucho lo que hemos avanzado desde su primera disección en 1559, todavía existen falsas creencias sobre el clítoris que han hecho mucho daño a la mujer como propietaria de su propio placer independiente de su función reproductiva, centrada en el coito.
Historia de un órgano maltratado
El hecho de que el clítoris sea un órgano que sirve exclusivamente al placer sexual ha frustrado durante siglos a los científicos, que trataban de buscar una función reproductiva, relacionada con el coito; para estos, tenía mucho más sentido que el placer se obtuviera de la estimulación vaginal.
Siglos de historia de discriminación de la principal fuente de placer femenino ha dado como resultado una colección de mitos, falacias, frustraciones y conceptos erróneos. Uno de ellos es el punto G, que tanta frustración ha provocado a millones de mujeres tratando de encontrarlo.
Hoy sabemos que el clítoris no es solo un pequeño área visible, como decíamos, sino que es un órgano mucho más grande y complejo, que se extiende varios centímetros bajo la piel, y que puede estimularse desde diferentes ángulos. Por supuesto, aunque de manera indirecta, también desde el interior de la vagina.
Sin embargo, la manera más efectiva de obtener un orgasmo es la estimulación directa de la parte externa del clítoris, el glande, vía manual o mediante la práctica del cunnilingus. Esta zona visible es solo la punta del iceberg. Es en realidad el glande de un aparato mucho más complejo, que se extiende interiormente en ramificaciones a ambos lados de la entrada de la vagina.
Por ello, es fácil que desde el interior de esta se pueda estimular algunas zonas de este complejo órgano, pero todo dependerá del tamaño y forma del clítoris, que varía en cada mujer, y de su cercanía a las paredes vaginales.
El mecanismo del placer femenino depende de muchos factores: existen muchas zonas erógenas y el placer sexual (culmine el orgasmo o no) puede obtenerse por muchas vías. Lo que los científicos ya no pueden negar es que el órgano clitoriano es la fuente de este placer.
Pero, para llegar a esta conclusión, el clítoris ha tenido que sufrir maltrado y discriminación. A continuación, algunos datos que toda persona debería conocer sobre el clítoris, curiosidades, y algo de historia.
El clítoris solo sirve para el placer
Durante décadas se ha especulado sobre la función reproductiva del clítoris en general y el orgasmo femenino en particular, sin llegar a una conclusión.
No la hay. Este órgano no tiene ninguna otra función más que proporcionar placer; y, desde luego, no posee una función reproductiva.
No obstante, algunos biólogos han especulado en ocasiones que el orgasmo femenino tendría una utilidad: las contracciones de la vagina en este momento ayudarían al esperma a alcanzar las trompas de Falopio para fecundar a un óvulo.
El orgasmo vaginal es un mito
Hoy podemos afirmar que no existen dos tipos de orgasmos, sino uno solo. Eso sí, existen diferentes formas de obtenerlo.
El cuerpo de la mujer tiene muchas zonas erógenas, y caricias de diferente naturaleza pueden abrir un mundo de posibilidades a la hora de alcanzar un orgasmo.
No hace muchos años era común y aceptada la pregunta: '¿eres clitoridiana o vaginal?' La mayoría de las mujeres no se sentirían identificadas con la última acepción. Eso es debido a que lo que comúnmente se conoce como orgasmo vaginal, técnicamente, no existe, sino que es producto de la estimulación del clítoris desde el interior de la vagina.
El orgasmo vaginal es un mito
Hoy podemos afirmar que no existen dos tipos de orgasmos, sino uno solo. Eso sí, existen diferentes formas de obtenerlo.
El cuerpo de la mujer tiene muchas zonas erógenas, y caricias de diferente naturaleza pueden abrir un mundo de posibilidades a la hora de alcanzar un orgasmo.
No hace muchos años era común y aceptada la pregunta: '¿eres clitoridiana o vaginal?' La mayoría de las mujeres no se sentirían identificadas con la última acepción. Eso es debido a que lo que comúnmente se conoce como orgasmo vaginal, técnicamente, no existe, sino que es producto de la estimulación del clítoris desde el interior de la vagina.
El tamaño sí importa
Si bien se ha escrito mucho sobre el tamaño del pene y su relación con el orgasmo masculino, ¿qué hay del clítoris? La obra de Hubin y Michel revela que las mujeres que tienen un glande de mayor tamaño y situado más cerca de la entrada de la vagina disfrutan de orgasmos con más facilidad.
Es posible que la razón de esto sea que la fricción entre las zonas es más asequible.
El clítoris también tiene erecciones
Al igual que le ocurre al pene, la excitación sexual provoca que todo el órgano se llene de sangre y se hinche. En este momento, el glande 'sale de su capuchón' y aumenta de tamaño.
Durante la fase REM, como también ocurre en los hombres, es posible que el clítoris se hinche y esta reacción se acompañe de lubricación vaginal, un hecho que no tiene por qué ir relacionado con un sueño de carácter erótico.
El clítoris también tiene glande
Efectivamente, el glande del clítoris es esa parte visible, situada por encima de la abertura de la vagina y de la uretra, y cubierto de una especie de capuchón de piel, llamado prepucio.
Este mal llamado 'botoncito' es solo la parte visible de un órgano mucho más sofisticado que se extiende varios centímetros en el interior del cuerpo de la mujer.
Mide de media 1 centímetro y posee miles de terminaciones nerviosas.
Cada clítoris es diferente
El órgano entero mide una media de 9 a 11 centímetros, y el glande, como mucho, 1 centímetro. Cada mujer tiene su propio glande, y es tan diferente como cualquier otra parte del cuerpo, como la nariz: única e indistinguible.
La penetración no es la mejor forma de obtener el orgasmo
Las mujeres alcanzan más fácilmente el orgasmo cuando reciben múltiples estimulaciones, según un estudio publicado por The Journal of Sex Research en 2006, solo el 49,9% de las mujeres llegan al orgasmo únicamente mediante la penetración vaginal. En cambio, cuando la penetración se acompaña de estimulación manual, la cifra era del 70,9% y alcanzaba el 72,8% cuando se acompañaba de estímulos orales.
El órgano menos divulgado
Si bien el órgano reproductivo femenino se ha representado con frecuencia, y de hecho es materia importante en los libros de texto escolares, no ocurre lo mismo con el órgano del placer.
Según la publicación de Hubin y Michel, el 84% de las niñas de 13 años no sabe representar su sexo (aunque EL 54% sí sabe representar el masculino). Por otro lado, una de cada cuatro chicas de 15 años desconoce la existencia de su clítoris.
Fuente: muyinteresante